L D (EFE) Para Nadal, confirmar este reto no es algo que dependa de su forma, extraordinaria, demostrada durante esta quincena en la tierra batida de París. "Lo importante es entrenarme en hierba, que es más difícil que en tierra batida", decía tras ganar en la capital francesa su cuarto Roland Garros consecutivo.
Muchos han sido los jugadores que antes que Nadal han intentado lo que se considera en el mundo del tenis la hazaña imposible. La proximidad de ambos 'Grand Slams', con tan sólo dos semanas de diferencia, la diferente climatología y, sobre todo, las condiciones y características especiales de Wimbledon hacen tan difícil esta transición, maldita para muchos. Así les ha sucedido a casi todos los que después de levantar la Copa de los Mosqueteros han intentado el desafío. Así fueron cayendo Yannick Noah, Ivan Lendl, Mats Wilander, Michael Chang, Jim Courier, Sergi Bruguera y Gustavo Kuerten, entre otros. "En hierba es muy difícil averiguar cuál es mi nivel real, porque es una temporada muy corta. Depende del nivel de cada uno", aseguraba Nadal.
Wimbledon, torneo de récords y de historias, fue el sacrosanto recinto para jugadores como Boris Becker, Pete Sampras y Bjorn Borg. El sueco, ganador en cinco ocasiones consecutivas, ve cómo poco a poco sus hazañas se van recortando. Este año, de ganar Federer de nuevo, al mítico jugador de Sodertalje le arrebatarían uno de los más preciados. "Veo a Nadal como el favorito esta ocasión", reiteraba Borg el sábado, para apostillar, "sólo si es capaz de ganar las primeras rondas". Y lo dijo con la misma convicción con la que aseguró que el de Manacor ganaría en París "los años que quisiese", afirmación que también comparte Manolo Santana, el único vencedor español junto con Conchita Martínez, en la hierba inglesa.
En Queen's, Nadal ha participado en dos ocasiones. La primera en 2006 llegando a los cuartos de final contra el australiano Lleyton Hewitt y al año siguiente repitiendo ronda, para caer esta vez ante el francés Nicolas Mahut. El torneo londinense ha servido de mucho para Nadal, cuya aclimatación a la hierba inglesa en este paso previo a Wimbledon le impulsó a la final los dos últimos años, con notables mejoras. En 2006 cedió ante Federer en cuatro sets, siendo el único jugador que logró arrebatarle una manga al número uno, y al siguiente forzó el quinto, donde incluso tuvo varias oportunidades para quebrar en la definitiva.
Hace unos meses, el estadounidense John McEnroe dijo en Madrid que este gran reto puede dejar de serlo. "Nadal y Federer han demostrado que están muy cerca. Rafa ha mejorado mucho sobre hierba y Federer también sobre tierra batida. Los dos han hecho grandes progresos, además también está Djokovic. Sé que es algo complicado. Borg fue el último en lograrlo hace ya mucho tiempo, pero no es del todo imposible". Con Federer y Djokovic descartados, es la hora de que Nadal intente el más difícil todavía.
Muchos han sido los jugadores que antes que Nadal han intentado lo que se considera en el mundo del tenis la hazaña imposible. La proximidad de ambos 'Grand Slams', con tan sólo dos semanas de diferencia, la diferente climatología y, sobre todo, las condiciones y características especiales de Wimbledon hacen tan difícil esta transición, maldita para muchos. Así les ha sucedido a casi todos los que después de levantar la Copa de los Mosqueteros han intentado el desafío. Así fueron cayendo Yannick Noah, Ivan Lendl, Mats Wilander, Michael Chang, Jim Courier, Sergi Bruguera y Gustavo Kuerten, entre otros. "En hierba es muy difícil averiguar cuál es mi nivel real, porque es una temporada muy corta. Depende del nivel de cada uno", aseguraba Nadal.
Wimbledon, torneo de récords y de historias, fue el sacrosanto recinto para jugadores como Boris Becker, Pete Sampras y Bjorn Borg. El sueco, ganador en cinco ocasiones consecutivas, ve cómo poco a poco sus hazañas se van recortando. Este año, de ganar Federer de nuevo, al mítico jugador de Sodertalje le arrebatarían uno de los más preciados. "Veo a Nadal como el favorito esta ocasión", reiteraba Borg el sábado, para apostillar, "sólo si es capaz de ganar las primeras rondas". Y lo dijo con la misma convicción con la que aseguró que el de Manacor ganaría en París "los años que quisiese", afirmación que también comparte Manolo Santana, el único vencedor español junto con Conchita Martínez, en la hierba inglesa.
En Queen's, Nadal ha participado en dos ocasiones. La primera en 2006 llegando a los cuartos de final contra el australiano Lleyton Hewitt y al año siguiente repitiendo ronda, para caer esta vez ante el francés Nicolas Mahut. El torneo londinense ha servido de mucho para Nadal, cuya aclimatación a la hierba inglesa en este paso previo a Wimbledon le impulsó a la final los dos últimos años, con notables mejoras. En 2006 cedió ante Federer en cuatro sets, siendo el único jugador que logró arrebatarle una manga al número uno, y al siguiente forzó el quinto, donde incluso tuvo varias oportunidades para quebrar en la definitiva.
Hace unos meses, el estadounidense John McEnroe dijo en Madrid que este gran reto puede dejar de serlo. "Nadal y Federer han demostrado que están muy cerca. Rafa ha mejorado mucho sobre hierba y Federer también sobre tierra batida. Los dos han hecho grandes progresos, además también está Djokovic. Sé que es algo complicado. Borg fue el último en lograrlo hace ya mucho tiempo, pero no es del todo imposible". Con Federer y Djokovic descartados, es la hora de que Nadal intente el más difícil todavía.