El campeón del primer partido de individuales vivió un domingo redondo, al debutar con victoria en suelo local, ante su gran público, que abarrotó el recinto desde minutos antes al calentamiento.
El primer set fue rápido (28 minutos) y muy favorable desde el inicio para el escocés, que rompió el saque de su rival ya en el tercer juego. Murray tuvo tres bolas de rotura y, aunque perdió las dos primeras, finalmente logró sacar provecho de esa buena oportunidad, que fue poniendo el encuentro de su lado.
El escocés se movió con soltura por la cancha y estuvo acertado en el resto, mientras su contrincante se esforzaba por despegar. En el cuarto juego, cuando servía el escandinavo y parecía que tenía ya el punto anotado (40-0), éste comenzó a fallar. En esa ocasión, aún pudo salvarlo, pero en su siguiente servicio sus errores le pasaron factura.
Era el sexto juego y Soderling permitió que el mejor tenista del Reino Unido en estos momentos a sus 23 años firmara su segunda rotura de juego para el 5-2.
A continuación, Murray empezó a sacar con contundencia y decisión, convencido de que éste era su día y podía terminar la primera prueba con celeridad para llegar descansado a sus próximos dos partidos: ante el suizo Roger Federer y el español David Ferrer.
Murray quiso además cerrar el set con una bonita jugada que levantara a los espectadores y lo hizo echando la rodilla al suelo para ejecutar una espléndida dejada, que le dio el 6-2.
Con esta victoria, Murray logró alterar la racha de victorias encadenada por el sueco. De las cuatro anteriores ocasiones en que se habían enfrentado, las dos últimas citas terminaron con triunfo para Soderling, en Memphis en febrero de 2006 y en el Masters 1.000 de Indian Wells en marzo de este año.
Soderling, campeón de la última edición del torneo de París-Bercy, había arrebatado el cuarto puesto del mundo a Murray con este triunfo en la capital francesa.