José Mourinho continúa su gira por Europa para ver partidos y espiar rivales. El pasado sábado, un día antes del encuentro que jugó el Real Madrid ante el Espanyol en Cornellà-El Prat (0-1), el técnico portugués estuvo presente en la ciudad francesa de Saint-Ettinene para ver la goleada (1-4) conseguida por el Olympique de Lyon, rival de los blancos en octavos de final de la Liga de Campeones.
Y el lunes, el preparador de Setúbal estuvo en el estadio londinense de Craven Cottage, junto a uno de sus dos hijos, para seguir en directo el duelo entre uno de sus antiguos equipo, el Chelsea –lo dirigió entre 2004 y 2007–, y el Fulham, que acabó con empate sin goles.
Ahí pudo ver el segundo encuentro del delantero internacional español Fernando Torres con la camiseta blue. El madrileño no tuvo suerte de cara al gol, falló varias ocasiones y acabó siendo sustituido por el marfileño Didier Drogba Drogba.
El conjunto dirigido por Mark Hughes pudo ganar el partido en el minuto 94, pero el guardameta visitante Petr Cech detuvo un penalti al estadounidense Clint Dempsey.