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Mourinho sólo piensa en azulgrana

Tras la goleada ante el Tottenham, el Barcelona está en el horizonte. Es el obstáculo para que el Madrid levante algún título.

Jose Mourinho tiene al Barcelona entre ceja y ceja. El portugués fue fichado el pasado verano para lograr acabar con el reinado del Barcelona en Europa y en la Liga española. El año pasado, junto al Sevilla en Copa, fue el único en pararle los pies al equipo de Guardiola. En las próximas tres semanas, tendrá que volver a hacerlo en cuatro ocasiones.

Y el portugués ya lleva semanas jugando el clásico. En todas las ruedas de prensa que ofrece, Mourinho apunta al Barcelona, siempre sin nombrarlo, y hace críticas veladas a lo que él considera una injusticia.

En la previa ante el Tottenham, el técnico se refirió al Barcelona como "otros" cuando aseguró que "hay otros equipos que jugando bien ganan y también lo hacen jugando menos bien". El entrenador se refería al partido de los azulgrana ante el Villarreal y los tres puntos que se llevaron con la mano de Piqué, mientras que el Real Madrid se había dejado la Liga en casa ante el Sporting.

Y ayer, nada más acabar la ida de los cuartos de final ante el Tottenham, Mourinho ya preparaba la posible semifinal ante el Barcelona y mostró su disconformidad con la sanción que el Real Madrid recibió por forzar las amarillas en Ámsterdam, mientras que nadie ha dicho nada de las cartulinas de Valdés y Busquets en El Madrigal. "Hay clubes que sí lo hacen y se ríen en la cara de los otros, pero nosotros no podemos hacerlo aunque podíamos haberlo hecho", decía el entrenador.

Con la cómoda victoria del Bernabéu, Mourinho podrá preparar a conciencia los cuatro duelos que, si el Barcelona elimina al Shakhtar, se atisban en el horizonte. Los blancos visitan San Mamés con la Liga casi imposible, pero podrán arriesgar a algunos jugadores dado que en White Hart Line Mourinho puede reservar a algunos futbolistas clave.

Después de ello, Mourinho, que está haciendo una temporada notable, se juega el éxito o fracaso de su campaña. Clásico de Liga en el Bernabéu, con poco más que el honor en juego. El Miércoles Santo es la final de la Copa del Rey, donde el portugués demostrará el estratega que se supone que lleva dentro.

Las dos semanas siguientes, si el Barcelona elimina al Shakhtar, la reválida. Cuando salió derrotado del Camp Nou por 5-0, Mourinho recalcó que el año anterior, el Inter había salido derrotado en Barcelona en noviembre y, en mayo, se clasificó para la final de la Champions, mientras que el Barcelona lo vio por la televisión. Todo indica que este año se repetirá la historia, habrá que ver si con el mismo vencedor.

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