L D (EFE) El técnico considera que es una gran falta de solidaridad y se rompe la confianza entre ambas partes por la postura adoptada por el club después de que el Comité de Disciplina de la UEFA le sancionase con dos partidos y 13.000 euros de multa por los incidentes tras el partido de Liga de Campeones contra el Barcelona. Tras la decisión del máximo organismo europeo, el presidente del Chelsea, Bruce Buck, afirmó que el club londinense no tenía previsto apelar la sanción, mientras que Mourinho quería recurrir pues se considera inocente.
Mourinho se reunió el viernes con dirigentes del club, que le confirmaron su intención de no apelar, hecho que ha enfadado al técnico, quien considera que en esta situación no puede trabajar más allá de la presente temporada. La prensa señala que, en esta situación, Mourinho mira con otros ojos las ofertas que le han llegado en las últimas semanas de cara a la próxima temporada.
La sanción de la UEFA surge tras los incidentes del pasado 23 de febrero cuando, una vez acabado el partido, el conjunto inglés acusó al árbitro sueco Anders Frisk y al entrenador del Barcelona, el holandés Frank Rijkaard, de haber mantenido una conversación en los vestuarios durante el descanso. El Chelsea insinuó que aquella conversación tuvo una incidencia directa en decisiones posteriores de Frisk, como la expulsión de Didier Drogba, y por ello Mourinho se negó a acudir a la rueda de prensa tras el partido en Barcelona amparándose en la existencia de "una serie de irregularidades".
Mourinho firmó en junio de 2004 un contrato de tres temporadas por el club londinense, líder de la Premier League , y se ha clasificado para disputar los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Mourinho se reunió el viernes con dirigentes del club, que le confirmaron su intención de no apelar, hecho que ha enfadado al técnico, quien considera que en esta situación no puede trabajar más allá de la presente temporada. La prensa señala que, en esta situación, Mourinho mira con otros ojos las ofertas que le han llegado en las últimas semanas de cara a la próxima temporada.
La sanción de la UEFA surge tras los incidentes del pasado 23 de febrero cuando, una vez acabado el partido, el conjunto inglés acusó al árbitro sueco Anders Frisk y al entrenador del Barcelona, el holandés Frank Rijkaard, de haber mantenido una conversación en los vestuarios durante el descanso. El Chelsea insinuó que aquella conversación tuvo una incidencia directa en decisiones posteriores de Frisk, como la expulsión de Didier Drogba, y por ello Mourinho se negó a acudir a la rueda de prensa tras el partido en Barcelona amparándose en la existencia de "una serie de irregularidades".
Mourinho firmó en junio de 2004 un contrato de tres temporadas por el club londinense, líder de la Premier League , y se ha clasificado para disputar los cuartos de final de la Liga de Campeones.