Después de la tanda de clasificaciones, la pregunta no tenía respuesta y fue sólo en la vuelta 40 de carrera que lo descubrimos: el único capaz de hacerlo, por ahora, es su mismísimo compañero de escudería, Sebastian Vettel, y con malas artes. Para calificarlo de esta manera, tengo que confesar que he visto dos o tres veces más el intento de adelantamiento y no hay manera de disculpar al alemán (que encima le trata de "loco"). No sé si alguno de ustedes ve algo diferente pero lo cierto es que Webber no levanta el pie del acelerador, como debe ser, y Vettel intenta arrinconarlo pero con la sorpresa de que "seguía allí" a su lado. Esta vez, no creo equivocarme y parece ser que Webber no tiene el enemigo en McLaren, Ferrari o Mercedes: lo tiene en casa. Christian Horner se ve obligado ahora a intervenir para que esto no se le vaya de la manos y sobre todo para que este aparente "pique" -aunque es posible que lo solucionen entre ellos- no les quite la posibilidad de lograr el Mundial de Pilotos y Constructores. Una pena de verdad porque Red Bull merecía el 1-2 ya sea con Webber o Vettel como ganador.
El que debe seguir agradeciéndole a la suerte es Hamilton. Sí, suerte (se aplica para todos). Lo he dicho siempre: para beneficiarse de la suerte hay que estar ahí, cerca y es justamente lo que hizo el británico, estar siempre cerca de los Red Bull para aprovechar cualquier incidente, sobre todo después del error que cometió su equipo cuando entró a calzar los neumáticos duros, lo que le hizo perder el segundo lugar que había recuperado tan bien en la primera vuelta tras el ataque de Vettel. Una vez más, Hamilton fue muy agresivo en pista, buscando los espacios y pareciendo más rápido que los demás. Gracias a esa suerte y sobre todo a su magistral defensa del liderato contra Button -se llegaron incluso a tocar- Hamilton logra su primer victoria del año, lo que le permite subir hasta el tercer lugar del Mundial, a sólo nueve puntos del líder Webber y a cuatro del actual campeón mundial. Creo sinceramente que hoy, además de sus dos victorias del año, Button ha demostrado que está a la altura de un equipo como McLaren: ha sido constante, rápido y agresivo.
En cuanto a Ferrari, francamente hay muy poco que decir. Massa era uno de los pilotos a observar este domingo ya que Estambul es uno de sus circuitos talismán. Pero nada. En cuanto a Alonso, creo que es uno de esos fines de semana para olvidar. Cometió un evidente error el sábado que le impidió entrar en la Q3, lo que no sólo le dejó fuera de los primeros diez lugares de la parrilla sino que además, tuvo que partir desde el lado sucio de la pista y por eso perdió su posición en la partida con De la Rosa (lo mismo les pasó a los pilotos de McLaren con Vettel y Schumacher). El asturiano no tardó mucho en recuperar el 12º lugar pero sufrió lo indecible para deshacerse después de Kobayashi al principio y sobre todo, al final de carrera, de un Vitaly Petrov, que cada día me da mejores sensaciones con un Renault que hace sólo unos meses parecía preparar su adiós de la categoría. Con el ruso y Kubica, el equipo francés ha encontrado sangre nueva. ¿Es preocupante el momento para Alonso? No lo creo, en el sentido de que aún hay tiempo para recuperarse y porque en el Mundial es cuarto a 14 puntos de Webber. Pero hay una clara evidencia: que ahora mismo Ferrari parece estar por detrás no sólo de Red Bull sino también de McLaren y
Una de las máximas sorpresas del día ha sido ver cómo en la vuelta 50 la clasificación de tiempos teñía de rosado el nombre de Jaime Alguersuari tras lograr ser el más rápido de carrera. Puede pasar, es verdad, pero lo que sorprende mucho más es que en esa misma vuelta era bastante más rápido que los punteros (casi un segundo) y justo cuando cayeron las primeras (y únicas) gotas sobre el circuito. Al final, ese récord no puso mantenerse por culpa de un aguafiestas Petrov (le bajó casi ocho décimas) pero demuestra que el piloto de Toro Rosso está listo para apretar y presionar al máximo. En cuanto a De la Rosa, lo positivo es que ha logrado acabar su segunda carrera del año y con su mejor posición, 11º, a sólo dos décimas de su compañero Kobayashi que suma su primer punto personal y también el primero del equipo.
Una buena carrera, con alternativas, ataques y hasta incidentes. Creo que Webber merecía la victoria y Vettel también, pero lo que está claro es que el alemán pecó de agresividad y casi echa a perder toda la carrera de su compañero. Hamilton se encontró con los 25 puntos y puedo decir que hasta los mereció ya que nunca dejó alejarse a los Red Bull. Y si Turquía se ha convertido en uno de mis GP favoritos, en sólo dos semanas llega el GP de Canadá, otro de los circuitos con los que más disfruto. ¡Hasta entonces!