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Y ya van tres…

La presión que está imponiendo el 93 quizás esté forzando esos fallos que han puesto entre las cuerdas a Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo.

Tres son las carreras consecutivas que lleva ganadas el novato de la parrilla de MotoGP, Marc Márquez, lo que demuestra que no serán las únicas. El pequeño del grupo ya sorprendió a propios y a extraños al imponerse en el segundo gran premio del año que se disputó en Austín, convirtiéndose en el novato más joven en ganar una carrera, y desde entonces su progresión ha sido exponencial. Es el que más grandes premios se ha anotado, cuatro, y sobre todo ha sido el más regular. Ha estado en todos los podios menos en uno, el del Gran Premio de Italia. Pese a que sus rivales se han visto perjudicados por las caídas y lesiones, lo cierto es que la presión que está imponiendo el 93 quizás esté forzando esos fallos que han puesto entre las cuerdas a Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo.

Ya lo ha dicho Valentino Rossi: "Marc Márquez empieza a ser un peligro para todos". Aunque lo que es, por lo menos para el público y los aficionados, es una delicia ver a este chaval con la ilusión de un niño y la calidad y la visión de carrera de un veterano. En Indianápolis, Márquez ha demostrado ser un hombre pasional con derrapadas que uno nunca se cansa de ver, pero a la vez un piloto racional que mide sus fuerzas, a sus rivales y los tiempos de carrera. Tras una salida no demasiado buena, Marc Márquez pese a ser superior en ritmo a Lorenzo y Pedrosa mantuvo la cabeza fría y se puso a su rueda conservando neumáticos y fuerza. Cuando la carrera llegaba a su fin Márquez decidió pasar e irse, y no tuvo problemas para hacerlo y hacerlo con naturalidad y facilidad, es decir, con maestría.

El liderato es más suyo que nunca y se le añade que tiene entre sus manos una moto, la Honda, con una punta superior a las Yamahas, como pudimos ver en la rectas del circuito estadounidense. Dani, y Jorge, Jorge y Dani deberán dar un plus de si mismos si quieren desbancar a Marc. Jorge necesita estar al cien por cien, aunque en EEUU demostró su calidad y su condición de vigente campeón luchando desde la primera curva y manteniendo el tipo hasta que él y su moto dijeron basta. En la fábrica de los tres diapasones deben darse prisa en incorporar el nuevo cambio seamless, similar al que se usa en Fórmula1, y que ya utilizan en Honda. En cuanto a Dani Pedrosa la mente deberá vencer a su cuerpo que parece que le cuesta recuperarse de las lesiones y le impide desplegar en la pista todo su potencial.

La victoria y el recital de Márquez fue el broche de oro a una jornada en la que los españoles volvieron a firma un nuevo triplete, con Rins en Moto3 acercándose al liderato que todavía ostenta Salom, y con Tito Rabat dando clases de cómo se debe gestionar un neumático cuando las condiciones son adversar para las gomas.

Y sólo resta una semana para volver a la locura y el festival de las motos. Será en Breno, Hungría donde veremos si Márquez es capaz de encadenar una nueva victoria o el resto pone punto final a la racha del leridano.

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