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Sí Vettel, sí es por dinero que dejas Ferrari

Hace un mes que Sebastian Vettel manifestó su intención de continuar su carrera deportiva en la escudería del cavallino rampante. Hablo de Ferrari como si fuera su familia y de Leclerc, casi, casi como si fuera su hermano. Ante tanto amor y confianza, Ferrari tocó la fibra del alemán poniendo sobre la mesa una cantidad de dinero que no era digna para tetracampeón. Vettel se sintió un poco ofendido, pero seguía insistiendo y confiando en que Maranello sabría valorar su potencial y que entrarían en razón. Pero la situación económica de Ferrari no es la de la gloriosa Ferrari y los tiempos que vienen no harán que las cosas sean mejores. La segunda oferta no fue mucho mejor que la primer y Vettel, y su ego afloraron como lo hacen en las carreras cuando necesita que su compañero de equipo le deje pasar o echa literalmente de la pista al que se ponga por el medio o no se aparte lo suficiente. Él nunca es responsable de nada, es como un mal gobierno cuya vanidad no le deja ver más allá de su volante y como siempre, él se siente que está por encima de los demás. Así nunca admitirá que Maranello le ofreció, o le valoró a través de la oferta económica muy por debajo de lo que él esperaba, claro que no. Vettel ha asegurado que lo que falta es armonía dentro del proyecto de Ferrari, espíritu de equipo, y lo ha adornado acudiendo al sentimentalismo de la crisis sanitaria, de crisis de valores, el cambio de prioridades, etc.

Llevo viendo y escuchando a Sebastian Vettel más de un década y creo que la única crisis que ha sufrido es la del dinero y su cuenta corriente, la de su ego al ser valorado igual que su compañero de equipo y no sentirse el elegido como siempre le han hecho sentir allí por donde ha pasado. Vettel se ha convertido en el príncipe destronado y creo que nos costará verle en otra escudería. ¿Quién puede pagar una ficha de tetracampeón a la altura que pretende el alemán y además permitirle sus ataques de ego? Difícil y más en esta Fórmula 1 que va a quedar tras el COVID 19.

Lo bueno de todo esto es que la salida de Vettel puede suponer la llegada a la escudería italiana de Carlos Sainz, un salto cualitativo para el piloto madrileño que podría hacernos soñar con nuevos podios españoles cada domingo. Ferrari necesita alguien como Carlos, trabajador, meticuloso, compañero y nada polémico, toda una hormiguita que suele brillar donde va.

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