Si alguien no ha visto el gran premio de Canadá y sólo mira el resultado, sólo cabe una pregunta, ¿qué ha pasado en Montreal? La respuesta, un poco de todo. Lo principal, que Mercedes ha dejado de ser imbatible y que por primera vez esta temporada no han sido las flechas plateadas las que se han anotado la victoria. Hamilton y Rosberg se llevaban repartiendo el primer lugar desde que el Mundial arrancó en Australia, pero de todos es sabido que el circuito Gilles Villeneuve es todo un reto para pilotos y mecánicas y este año más que nunca. El piloto que ha conseguido destronar a los Mercedes no ha sido otro que el hombre fuerte de Red Bull y no hablo de Sebastian Vettel sino de su joven compañero Daniel Ricciardo. El australiano llevaba muchos grandes premios mostrando sus intenciones y su buen estado de forma, y después de seis carreras ha conseguido adelantar a las bestias negras de esta temporada y anotarse la primera victoria de su carrera a los mandos de un Fórmula1. La carrera de Ricciardo ha sido brillante, desde la estrategia de paradas, al ritmo de carrera, pasando por su decisión a la hora de aprovechar los problemas de Nico Rosberg para arrebatarle la primera posición en las últimas vueltas. Sin duda, un fin de semana muy fructífero para Red Bull que además de la primera posición ha conseguido que Vettel haya empezado a tener buenas sensaciones a los mandos del RB10 y las haya materializado con una tercera posición. Aunque seguro que al tetracampeón, el podio, le ha sabido algo amargo al ver a su compañero de equipo en lo más alto. Pese a todo en Red Bull deben estar contentos. Además el equipo ha renovado este fin de semana a su máximo activo, el ingeniero Adrian Newey y podrían consolidar su avance en casa, ya que la siguiente carrera se disputará en Austria, sede del equipo del Toro.
Aunque el guión, visto así, pinta bien, todos en el garaje de Red Bull deberían ser conscientes de las circunstancias que han rodeado este gran premio. Desde el abandono de Hamilton por un problema en los frenos traseros que también has lastrado a Rosberg, el alto número de abandonos y los espectaculares accidentes, sobre todo el protagonizado por Felipe Massa y Hulkenberg que a punto de involucrar también al propio Vettel y del que el campeón del mundo se benefició.
El regreso a Europa servirá para saber cuánto se ha acercado Red Bull a Mercedes que todavía mantienen las dos primeras posiciones en el Mundial. Es cierto que Rosberg, el patito feo del equipo, de cara a la opinión pública, pero todo un cisne dentro del garaje, no ha ganado en Canadá pero la segunda posición y el abandono de su compañero saben a victoria. En el momento en carrera en el que Hamilton más estaba presionando a Rosberg los frenos del inglés dijeron basta. Su manera de conducir utilizando en mayor proporción los frenos traseros para lograr una mayor carga para la potencia y la parada en boxes sobrecalentó el sistema de frenado. Un jarro de agua fría para Lewis Hamilton que deberá sacar en los siguientes grandes premios un plus para recortar puntos a Rosberg en la clasificación de pilotos. Parece que este año, sí, la emoción está servida. La pena es que sintamos emoción por otros y no por nuestro piloto. Pese a todos los abandonos entre los coches de adelante Fernando Alonso fue sexto remontando sólo una posición respecto a la posición de parrilla. Sobre esto, nada más que decir si es cierto que Ferrari traía para Canadá un paquete de mejoras definitivo para la competitividad del coche.