Nadie quiere que vuelva el mejor Márquez
Tener un talento como Márquez en la parrilla aumenta el valor de cada uno de los pilotos que deben sacar algo más de ellos mismos para ganar,
Ducati ganando carreras y Yamaha llevándose el Mundial, con este panorama ¿quién quiere que vuelva Márquez? Tanto la marca italiana como la del triple diapasón saben que la vuelta del número 93 a su máximo nivel supondrá volver a la casilla de salida, a esa que les obliga a dar algo más, a buscar el fallo del piloto español, a arriesgar, a veces demasiado, dentro y fuera de la pista.
A cuatro carreras para que termine el Mundial, Márquez todavía no ha conseguido llegar a ser el Márquez de antes ni desprenderse de los dolores que le tienen atrapado en una trazada que no es la suya, en una conducción ajena. Pese a ello, ya le hemos visto ganar en Alemania, puro pundonor, y luchar por la victoria en Aragón, pero no es el mismo.
El resto de los pilotos lo saben y se le cuelan en curvas donde antes no se habrían atrevido, lo hemos visto este fin de semana en Misano con Bastianini o Rins. Saben que el ilerdense no puede usar sus codos, su cuerpo para mover la moto como lo hacia antes de caerse en Jerez. Saben, además, que no puede o no debe caerse y juegan con ese miedo, esa cuerda floja en la que está el piloto de Honda. Y no sólo eso, ninguno de ellos ha mostrado ningún tipo de compasión. Ante las maniobras de Márquez para seguir trazadas, para ganar segundos aunque sea a la aspiración de otros los pilotos se han mostrado huraños, se han quejado y le han señalado. Parece como si nadie le quisiera de vuelta, como si no tuviera muchos amigos o aliados.
Todavía es pronto para saber si Marc podrá recuperarse al cien por cien, pero los miedos de sus adversarios deberían ir más en otra dirección, porque si no vuelve, nadie gana sino que todos pierden. Tener un talento como Márquez en la parrilla aumenta el valor de cada uno de los pilotos que deben sacar algo más de ellos mismos para ganar, aumenta el valor de la victoria, aumenta el valor del Mundial. Por eso, todos deberían querer que Márquez volviera a su máximo nivel físico, a ser esa bestia insaciable capaz de salvadas imposibles y récords impensables.
Está claro que quien más le echa de menos, después de Honda, es el público le pese a quien le pese en los garajes del paddock. Que se den prisa en ganar carreras y celebrar títulos porque si Márquez vuelve lo hará más hambriento que nunca.