Los McLaren por encima de los Ferrari
Así es como terminó literalmente el coche de Fernando Alonso, por encima del Ferrari de Kimi Raikkonen, que no por delante. A estas alturas de la película en la que nada sale bien en el garaje de los de Woking hay que empezar a usar la ironía y el humor para describir una situación, la de McLaren, que es desesperante y muy decepcionante. No funciona el motor, el chasis tampoco, los comisarios de la FIA no se apiadan de los pilotos del equipo de Honda con sanciones que les hunden más si cabe en la parrilla y si a eso le sumamos que la suerte hace mucho tiempo que abandonó a Fernando Alonso y los proyectos que emprende el asturiano, parece difícil creer que la situación pueda revertirse. Y si en esta ocasión hemos usado el humor para titular este artículo, parece que dentro del equipo McLaren-Honda también manejan muy bien el género de la comedia ya que algunos miembros de la escudería anglo-japonesa siguen asegurando que el coche subirá al podio antes de que finalice la temporada. Declaraciones que más que una predicción parecen una broma y no de muy buen gusto.
Está claro que en el equipo saben cosas que el resto de los mortales desconocemos pero, ¿a quién no se le ha dibujado una sonrisa en la cara cuando ha escuchado a McLaren decir que subirán al podio este año? Ni McLaren ni Honda son novatos en esto de la F1, razón por la cual resulta mucho más sorprendente estas declaraciones que seguro que provocan también las risas en el resto de los equipos que miran incrédulos a una marca que lo fue todo y que ahora además de empezar de la nada sigue sin conseguir nada, ningún adelanto, ningún éxito con el que empezar a construir un proyecto.
Austria debía haber sido un banco de pruebas para la escudería de Fernando Alonso y en cambio, como si se tratara del día de la marmota, ha vuelto a ser un fiasco, un desastre. Jenson Button se ha quejado ya de la dureza de las críticas de los medios de comunicación, pero el inglés debería ser realista y coincidir con la prensa que a día de hoy el proyecto es un fracaso y que el potencial que ellos aseguran poseer no sirve de nada si los resultados no acompañan. Ahora todas las esperanzas, las pocas que deben quedar, están puestas en el último gran premio antes del descanso veraniego. Hungría siempre ha sido una prueba talismán para Fernando Alonso y es allí donde Honda pondrá en pista la última evolución de motor permitida para este año. Tras él, Honda y McLaren no podrán poner más excusas ya habrán puesto toda la carne en el asador y solo cabrán las justificaciones convertidas ya casi un mantra con el que el equipo intenta justificar el fracaso.