Las cosas que no cambiaron en Hungría
Casi todos los equipos, por lo menos los que luchan por el Mundial, han evolucionado y parecen llevar un proyecto claro de desarrollo, menos Ferrari.
Si bien es cierto que esta vez no ganó el de siempre, que no es otro que Sebastian Vettel, hay algo que no ha cambiado en Hungría, que no es otra cosa que la falta de rendimiento del Ferrari. Días atrás escuchamos la misma cantinela de siempre: "en este circuito podemos volver a ser competitivos", "este trazado es talismán para el asturiano", "el calor le va bien al Ferrari"... y así hasta un sinfín de titulares que nos hicieron pensar que quizás el último gran premio antes de las vacaciones podría ser un revulsivo para el equipo del Cavallino Rampante. Pero no. Ni Ferrari fue más fuerte, ni Hungría fue el talismán que se esperaba y el calor tampoco ayudó a la competitividad del monoplaza del asturiano.
No se puede obviar que el trazado de Hungaroring es especialmente complicado para adelantar, pero el problema este domingo ha sido otro. Fernando Alonso no pudo ni acercarse a los Red Bull ni a los Mercedes, que tenían mucho mejor ritmo que el coche del asturiano e incluso se notaba que el monoplaza de Fernando tenía problemas para encarar las curvas, obligándole a realizar trazadas más abiertas. Además, el coche no era del todo estable en las frenadas, lo que le hacía inconducible, aunque el piloto español no haya comentado nada.
Tampoco estuvo a la altura de los Lotus, uno de los cuales, el de Raikonnen, le ha arrebatado la segunda posición en la clasificación general del campeonato. Casi todos los equipos, por lo menos los que están luchando por el Mundial, han evolucionado y parecen llevar un proyecto claro de desarrollo, menos Ferrari. Arrancó el año con un coche prometedor que está haciendo aguas según avanza el Mundial y todavía nos queda la mitad del calendario.
Aunque matemáticamente no es imposible, la lucha por el título es improbable, un año más. Hamilton se ha estrenado con Mercedes ganando su primer gran premio con la marca alemana y Raikonnen aguantó los envites de Vettel, firmando una gran remontada fruto de una estrategia agresiva y decidida.
Así las cosas, e independientemente de la investigación abierta y posterior multa a Ferrari por el supuesto mal uso de Fernando Alonso del DRS, los problemas en la Scuderia son otros, aunque la sanción es la guinda para una tarta que empieza a empalagar un poco.
Las vacaciones les vendrán bien a todos y espero que unos las aprovechen más que otros. Es decir, en Ferrari tienen demasiados deberes y trabajo pendiente como para descansar.