La victoria, la remontada y el fracaso
Inglaterra vio vencer a su piloto, Lewis Hamilton, y Alemania no ha querido ser menos con su pupilo, Nico Rosberg. El líder del Mundial no lo tenía difícil después de los problemas de Hamilton en la clasificación y, pese a todos los incidentes, Nico se resarció del abandono en Silverstone con una victoria ante los suyos. Victoria que le da algo de aire en la general pero que no es suficiente para dejar atrás a su compañero, que dio una auténtica lección de pilotaje y adelantamientos en Hockeheim. Pese a que en ocasiones los comisarios de la carrera no apostaran por él, el inglés remontó desde atrás hasta la tercera posición sin que Vettel y Fernando Alonso, que estuvieron todo la carrera luchando por copar el tercer peldaño del podio, pudieran hacer nada.
¿Podría haber hecho algo más Lewis Hamilton? Probablemente sí. Si hubiera salido el safety car tras el trompo de Adrian Sutil en plena recta de meta, el inglés podría haberse acercado un poco más a la cabeza de carrera. Pero para sorpresa de casi todos, los comisarios decidieron que el monoplaza fuera retirado de la pista germana sin ayuda del coche de seguridad, algo que benefició a Nico Rosberg, líder de la carrera, líder del Mundial y casualmente alemán de nacimiento.
La apuesta de la FIA ha quedado clara, y ya no es Vettel, que se hubiera visto beneficiado si hubieran dado salida al safety car, ya que acaba de parar a cambiar neumáticos. La victoria del alemán fue fácil y trabajada, y ha demostrado que la ausencia del sistema FRIC de suspensión activa no les ha afectado tanto a los Mercedes. Es verdad que las distancias se han reducido, pero no ha sido suficiente como para destronar a la escudería de las flechas plateadas.
Con uno de los Williams fuera de combate tras el aparatoso accidente entre Massa y Magnussen en la primera curva de la carrera, parecía que Alonso podía luchar por conseguir el segundo podio de la temporada en un circuito que le ha visto vencer en los últimos años. Pero esta vez al Ferrari no le faltó velocidad punta para ganarle la partida al Red Bull de Vettel, sino que faltó altura de miras en el muro de los de Maranello.
Si Fernando hubiera hecho su última parada al mismo tiempo o una vuelta más tarde que el tetracampeón, el asturiano podría haberle disputado la posición al alemán. Quizás Ferrari creyó que podrían aguantar sin cambiar los neumáticos o tenía previsto que cayera lluvia sobre el circuito alemán. Pero nunca lo sabremos porque los errores nunca se cuentan. O por lo menos no lo hace Fernando, que al finalizar el gran premio defendió la maniobra de sus técnicos y descartó que se hubiera podido adelantar a Vettel ni siquiera con la lluvia como protagonista.
Aparte de Fernando, ¿hay algo que funcione en Ferrari? Uno ya no sabe qué contestar, pero si hacemos balance y analizamos la presente temporada la respuesta, aunque dura, es no. Antes del Gran Premio de Alemania, Niki Lauda no era tan fino como lo hemos sido en este blog, y su calificativo para el equipo y el coche nacido de Maranello fue contundente: "Ferrari ha hecho un coche de mierda". Ahí lo dejamos.
Ahora los pilotos tendrán sólo una semana para reponerse y volver a la batalla, esta vez a otro circuito talismán para Fernando Alonso, el circuito húngaro de Hungaroring. La última batalla antes del parón estival.