Jorge Lorenzo: duros a pesetas
… pero él es feliz. No debe ser fácil ver cómo la persona que ahora pilota la que era tu moto, Maverick Viñales, sigue siendo el más rápido en los entrenamientos. Lo fue en Malasia hace un par de semanas y ha vuelto a volar en Australia hace unos días. En cambio, Jorge Lorenzo sigue luchando —o mejor dicho, peleándose— con la Ducati en cada paso por curva, ahí donde Lorenzo brillaba con la Yamaha y ahora pierde las décimas suficientes como para estar demasiado lejos de los hombres de cabeza.
Pese a todo, el mallorquín ha declarado estar feliz, ha asegurado que en Ducati le tratan muy bien y que son muy profesionales. Lo que por otra parte dice mucho de la relación que tenía Lorenzo en los últimos tiempos con Yamaha. Ahora Jorge tendrá que usar todo ese nuevo cariño que le dan en el equipo italiano para domar una moto que parece que ya está dando los primeros problemas porque, bien por el viento o por los neumáticos, la Desmosedici no consiguió mejorar los registros durante los entrenamientos en Australia y llegarán a Qatar casi sin opciones de luchar por la victoria.
Eso es al menos lo que aseguran desde el equipo, que pese a todo son optimistas con el desarrollo de Lorenzo y su adaptación. Conociendo bien a Jorge, con lo perfeccionista y trabajador que es, si el equipo le sigue no creo que le cueste poner a su gusto a la Ducati, pero tendrá que hacerlo con calma, con paciencia y resoplando mucho, si no quiere hace un Rossi y que este fichaje le suponga haber cambiado duros a pesetas.
Mientras mucho ojo a Viñales, que ya ha tenido en Australia el primer pique con Marc Márquez, que estuvo a rueda del piloto del triple diapasón en la última sesión de entrenamientos. Un comportamiento que no gustó nada a Viñales que ya empieza a caldear el Mundial a más de un mes de su arranque.