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Imposible no hablar de motos

Rosberg se ha impuesto en México en el gran premio posterior a la consecución del tercer título de Lewis Hamilton que fue tercero, en un nuevo doblete de Mercedes. Pero a quién le interesa hablar de un campeonato finiquitado como el de la Fórmula 1 con el tsunami que esta viviendo MotoGP. Las últimas informaciones que hemos conocido sobre una presunta agresión o allanamiento en la casa de Marc Márquez por parte de dos periodistas italianos hace crecer aún más si cabe una escalada de acontecimientos que no hacen sino desvirtuar, hacer daño a un deporte que hasta ahora estaba ajeno a este tipo de polémicas muy alejadas de lo deportivo. Y el único que puede parar esta espiral ilógica y fuera de lugar es Valentino Rossi. Pero el italiano sigue guardando silencio, se escuda en la afición que le ha seguido con los ojos cerrados y con la moral olvidada, pero lo que han olvidado sobre todo es la belleza de este deporte en la que aficionados de todo el mundo aprecian un buen pilotaje venga del piloto que venga, porque lo que nos gusta a lo moteros es el buen motociclismo no la farsa que hemos vivido estos días y que tanto ha gustado a muchos que creen que esto, precisamente esto, es lo que le hacia falta al mundo de las motos. Pues discúlpenme pero a todos aquellos que creen que lo sucedido en Sepang ha hecho un gran favor a este deporte, porque acaparará más público y espectadores el próximo domingo en Valencia, es que no le gustan las motos y lo que quieren es carnaza. Pues le recuerdo a todos ellos que en este deporte no caben las faltas o las entradas que se viven en otras disciplinas como el fútbol porque aquí, y es algo que algunos parecen haber olvidado, la posición, la victoria se disputan a más de trescientos kilómetros hora y los pilotos se juegan la vida.

Ya dije en anteriores entradas que los dos pilotos implicados en lo sucedido en Malasia debían salir ante la prensa a dar ejemplo y pedir disculpas a la afición que es la que más ha perdido con todo lo sucedido antes, durante y después de Sepang. Una semana en la que todo el mundo sabía de motos, todo el mundo de repente sabía interpretar trazadas, apuradas de frenadas y acciones fuera del reglamento, gente que en condiciones normales se ve la salida y si acaso la llegada y que poco o nada saben de otras categorías como Moto2 o Moto3.

Tristeza, rabia pero sobre decepción porque un Mundial aunque sea el décimo no merece este escenario, no merece el daño que se está haciendo a este deporte; e insisto me da igual si hubo o no hubo patada el mero hecho de la provocación del jueves, de Valentino a Márquez, y la actitud premeditada de Rossi de esperar al ilerdense para darle un toque de atención, tal y como reconoció el propio Valentino tras la carrera, no son propias del mejor de todos los tiempo, ni por un mundial ni por media docena. La humildad y la sinceridad hace únicos a los campeones y Valentino tras muchas batallas ganadas fuera y dentro de la pistas a otros pilotos ya retirados le ha faltado sinceridad y mucha humildad.

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