Seguro que todavía a esta hora Nico Rosberg sigue pensando cómo pudo perder la primera posición de carrera a costa de su compañero de equipo y único rival para el Mundial, Lewis Hamilton. El piloto inglés sorprendió a Rosberg en pista y no pudo parar a un Hamilton, libre en carrera de los problemas de frenos que le habían retrasado en los entrenamientos. Gran premio estratégico para Hamilton que sigue distanciándose en la general con vistas a las dos carreras restantes, sobre todo la última cita en Abu Dabhi que valdrá doble. Pero quizás sea la victoria moral la más valiosa para el piloto inglés.
El haber superado a su compañero de equipo en pista, con el mismo coche y saliendo más retrasado supone todo un golpe moral para Rosberg que tenía una oportunidad fantástica para recortar algún punto y llegar con más opciones a la última carrera. Aunque todavía quedan muchos kilómetros por recorrer, lo cierto es que Hamilton ha firmado en Estados Unidos una carrera de auténtico campeón; con cabeza, con ritmo y con determinación. Ahora hay que mantener el pulso y seguir con la racha que le ha llevado a enlazar cinco victorias consecutivas.
Mercedes sigue brillando en relación con el resto de los equipos que se limitan a luchar por la tercera posición que dejan libre los hombres de las flechas plateadas. Por lo menos en Austin hemos visto buenas luchas y adelantamientos como los de Fernando a Button y a Magnussen, pese a rodar con un propulsor viejo con demasiadas vueltas a sus espaldas.
Lo cierto es que es un poco triste ver como una competición que debería ser de velocidad pura se convierte en un juego de equilibrios entre la velocidad, fiabilidad y conservación de las mecánicas. Con motores más pequeños, menos combustibles y menos propulsores por año los equipos se ven obligados a conservar el potencial de los monoplazas y eso le resta algo de esencia a lo que significa la Fórmula1.
De momento el próximo año todo seguirá igual en cuanto a normativa se refiere, el aliciente estará en los cambios de cromos entre los equipos. Unas negociaciones que aún están abiertas y lo estarán al menos hasta que Fernando Alonso haga oficial su nuevo destino, sea dentro o fuera de la parrilla de la Fórmula1. Pese a que en Ferrari esperaban en Austin el resultado logrado, lasexta posición, la falta de rendimiento y condicionantes siguen desesperando a Fernando Alonso que preguntado de nuevo por su futuro sólo ha desvelado una cosa y es que el próximo año será mejor que el presente. No es para menos. Solo un dato, Ferrari lleva un año y medio sin ganar una carrera. Cifra para récord.