No sabía siquiera si seguir en la F1, muchas veces ha manifestado su intención de poner toda su atención en temas sociales, medioambientales, más allá del ruido de la alta competición, de la que ha dudado a veces por su superficialidad y por ir en contra de sus principios, supuestamente, revolucionarios y reivindicativos. Pero, ¿Qué hay más reivindicativo que el dinero? Pues eso es lo que pide ahora Lewis Hamilton a Mercedes, más dinero y más poder. El heptacampeón del mundo todavía no ha firmado el contrato que le permitirá formar parte de la parrilla en la temporada que deberá arrancar en marzo, coronavirus mediante.
Hay algunos, como el experimentado Bernie Ecclestone ahora en el exilio, que asegura que todo es puro teatro, una pura estrategia de marketing del equipo y del propio piloto. Otros como el reconocido Eddie Jordan, creé que se trata de un ataque de ego excesivo del piloto inglés que pide no sólo más dinero sino voz, voto y veto en la compañía, que le permitiría entre otros, formar parte y participar de sus activos o elegir quién se convierte en su compañero de equipo en 2022.
¿Demasiado para un piloto de F1, pese a sus siete títulos? Yo creo que sí, y más en los tiempos que corren, tiempos de recortes y de muchas dudas por culpa de la pandemia de Covid19. La cifra 200 millones en cuatro años, 3 más por temporada que lo que venía cobrando el piloto inglés, y la posibilidad de tener capacidad de decisión dentro del equipo técnico.
Tal planteamiento puede tener varias lecturas, la primera que Hamilton no quiera seguir en la F1 y haya puesto una oferta imposible de aceptar lo que le dejaría como víctima, no es el que se va, son otros quienes no le valoran. La segunda lectura tiene que ver con el miedo, con el miedo y el ego cuando uno se da cuenta de que no es imprescindible. George Russell sustituyó en Abu Dhabi a Lewis Hamilton mientras el inglés pasaba el Covid19, el joven piloto inglés demostró que se pueden conseguir victorias y títulos a un precio más reducido, a un precio de aspirante y no de campeón. Mercedes se dio cuenta que el coche era mejor de lo que creían y que sólo necesitaban a alguien con talento para conseguir, quizás, lo mismo que había logrado Hamilton.
Lo cierto es que las negociaciones siguen en marcha, todavía no se han cerrado a poco más de un mes para que den comienzo los entrenamientos de pretemporada. Ojo porque el retraso podría significar que Mercedes ha dicho NO a Hamilton y están buscando un sustituto de última hora.