Al margen del fatídico escenario que nos ha dejado el agua en el Gran Premio de Canadá, que todo lo ha puesto patas arriba, Ferrari ha vuelto a reencontrarse con los fantasmas de Abu Dhabi. Una incomprensible estrategia de los del cavallino rampante provocaba que Fernando Alonso perdiera todas las opciones a la victoria ganadas a pulso por el asturiano en la sesión de clasificación.
¿Por qué el equipo decide meter a Alonso en el pit a cambiar neumáticos de extremo a intermedios cuando rodaba en una cómoda segunda posición y empezaba a llover con intensidad sobre el circuito de Gilles Villeneuve? No hacía falta estar en la pista canadiense para observar que el cielo se ennegrecía y el asfalto se cubría de líquido elemento. ¿Entonces? ¿Qué prisas sacudieron en el box de Ferrari?¿Con qué tipo de estrategia pretendían sorprender? En pocas palabras, porque más son innecesarias, incomprensible.
Fernando iba segundo a una distancia prudencial de Sebastian Vettel y sin demasiada presión de su compañero de equipo, Felipe Massa, que rodaba tras el español a poco más de un segundo, por lo que sólo había que esperar y casi, casi copiar estrategia. Pero los nervios, una vez más, pudieron con la templanza.
Lo cierto es que me cuesta creer la defensa hecha por el propio Fernando, que argumentó que ellos no se conformaban con la segunda posición sino con la victoria y que la mala suerte les sorprendió.
Estaba claro que este Gran Premio no era el de Fernando Alonso, que más tarde tuvo que abandonar después de un toque con el McLaren de Jenson Button. El asturiano quería resolver en ña pista el desaguisado provocado desde el muro y en la reanudación de la carrera, después de dos horas de espera en la línea de meta bajo la lluvia, Alonso se lanzó a la caza de las primeras posiciones tras cambiar sus neumáticos de extremo a intermedio.
Esta vez, el desaguisado lo generó otro, Jenson Button. El inglés que había sido superado por el español a la llegada de la chicanne, golpeó con su neumático delantero la parte trasera del coche de Fernando, que terminó cruzado en medio de la pista. Un fin de semana en el que se esperaba la primera victoria del piloto español y que finalmente ha terminado con el primer abandono de la temporada de Alonso.
Victoria que todavía era posible una vez reanudado el Gran Premio en vista del resultado y la espectacular remontada de Button, que le arrebató en la última vuelta el primer puesto a Sebastian Vettel. El alemán se acomodó demasiado en la primera plaza sin percatarse que el inglés venía como alma que lleva al diablo. Tanto tuvo que apurar el de Red Bull que al final cometió un error. Por suerte para él sólo bajó un peldaño en el podio y sigue dominando con mano de hierro la clasificación del mundial con uno de los arranques de temporada más espectaculares en la historia de la Fórmula1.
Canadá es un circuito que no defrauda y este año no ha sido para menos. Abandonos, accidentes, adelantamientos y mucha, mucha agua. Pero nos queda el consuelo de que no todos los españoles tuvieron la misma falta de suerte que Fernando. El piloto español de Toro Rosso, Jaime Alguersuari, consiguió su mejor resultado en la Fórmula 1, octavo, habiendo salido, además, desde el pit lane.
Buena jornada también para la escudería española Hispania, que conseguía con la decimotercera posición de Liuzzi su mejor resultado desde su llegada al mundial. Con este sabor agridulce que muchas veces dejan las carreras nos quedamos con el deseo de degustar otros platos más sabrosos el próximo Gran Premio en Valencia dentro de dos semanas.
Y mientras tanto Vettel como si corriera en un campeonato distinto, protagonizando uno de los más apabullantes arranques de la temporada de toda la historia de la Fórmula1 que salvo catástrofe le será suficiente para hacerse con su segundo mundial consecutivo.