El próximo 20 de marzo, el circuito qatarí de Losail apagará el semáforo en rojo para dar la salida a un nuevo Mundial de motociclismo. ¿Las expectativas para los españoles? Todas, aunque será difícil repetir el palmarés logrado el pasado año, incluidos los tres campeonatos y subcampeonatos del Mundo conseguidos en las tres categorías.

Un año con muchos alicientes. El primero, precisamente, intentar superar, o al menos igualar, la mejor temporada de todos los tiempos para el motociclismo español. Candidatos no nos faltan y la cantera sigue dándonos nuevos pilotos, nuevas promesas que garantizan el futuro de este deporte. Es el caso del jovencísimo Maverick Viñales, que debuta en el Mundial habiendo ganado, con sólo 15 años, el campeonato de España del octavo de litro. El catalán ha conseguido un hueco en el equipo SuperMartxe, apadrinado por una extraña en estos lares, la mismísima París Hilton.

Viñales compartirá box con el experimentado Sergio Gadea, que regresa a 125 cc después de no haber tenido demasiada suerte el pasado año en la categoría intermedia de Moto2. También vuelve al octavo de litro el piloto de Liria, Héctor Faubel, que vuelve bajo el amparo del Bancaja Aspar Team Aprilia. Ambos dan un paso atrás, para intentar dar un paso adelante, es decir, conseguir el preciado título de campeón del Mundo de 125 cc. Y será el último, porque a partir del próximo año, el octavo de litro desaparecerá, y con él las motos de dos tiempos de 125 cc, que darán paso a motos monocilíndricas de cuatro tiempos y 250 cc. Será la llamada Moto3, que nacerá a imagen y semejanza de Moto2 que tan buen resultado ha dado en su primer año de vida.

Sería injusto no nombrar al resto de pilotos españoles que formarán parte de la parrilla de 125, así que a los ya citados sumamos a Luis Salom, Adrián Martín, Alberto Moncayo, Efrén Vázquez y el subcampeón del Mundo del pasado año, Nico Terol. Todos ellos empezarán a calentar motores a partir del próximo jueves en el circuito valenciano de Ricardo Tormo, donde rodarán también los pilotos de Moto2.

Sobre ésta última, decir que es un categoría que continúa acogiendo a aquellos pilotos que siguen el camino natural hacia Moto GP, como el campeón del Mundo, Marc Márquez o el también español Pol Espargaró, pero también a aquellos que perdieron su plaza en la categoría reina, entre ellos, Aleix Espargaró o el finlandés Mika Kalio. Junto a ellos, pilotos experimentados, como Iannone o el subcampeón Julián Simón, intentará conseguir un título que se vende caro por la igualdad en las mecánicas y que el año pasado se llevó un hombre que ha puesto rumbo a Moto GP, Toni Elías.

Espectacularidad y emoción seguirán siendo los ingredientes de Moto2 cuyo número de inscritos superarán en la mayoría de las carreras los 40 pilotos, haciendo de las salidas y las apuradas de frenadas un espectáculo de malabarismo, habilidad y mucha valentía de parte de los participantes.

El que ya no tomará parte de este espectáculo es Fonsi Nieto, que esta semana ha anunciado su retirada del mundo de la motos. Algo que, en mi humilde opinión, debía haber hecho hace tiempo. El piloto madrileño, que siempre estuvo apadrinado por su tío, el 12+1 veces campeón del mundo, Ángel Nieto, ha asegurado no encontrarse ni física ni psíquicamente en forma como para afrontar un Mundial. La pérdida no es mucha, y Fonsi ha llegado mucho más lejos que lo hubiera hecho alguien de su misma valía pero nacido en otra familia.

Dicho todo esto, debemos centrarnos en el verdadero aliciente del Mundial, la categoría reina: Moto GP. Sobre ella, un sinfín de incógnitas. Interrogantes que involucran a todas las marcas y que avivan la emoción y la lucha por el Campeonato. Empezando por los campeones del Mundo, Yamaha, la pregunta es clara: ¿demostrará Jorge Lorenzo que no necesita a Valentino Rossi al otro lado del muro para que la moto funcione? Y no nos olvidemos, ¿será su nuevo compañero de equipo, el norteamericano Ben Spies, una ayuda o un dolor de cabeza para el mallorquín?

Honda tampoco está exenta de incertidumbres, y más con tres pilotos bajo su techo: Stoner, Dovizioso y Dani Pedrosa ¿No serán demasiados gallos para un mismo gallinero? El piloto australiano y campeón del Mundo ya demostró en los primeros entrenamientos de pretemporada en Malasia que se adapta rápido, tanto que ha superado en tiempos a sus dos compañeros. Aunque parte del mérito es de la fábrica de la alas doradas, que parece que este año parten con una buena montura. Dani Pedrosa tendrá que ponerse las pilas. Ya no le valen las excusas y deberá luchar contra el resto de los pilotos, pero sobre todos contra los instalados en su box.

La última y gran interrogante planea sobre el fabricante italiano Ducati. ¿Será capaz el mejor de todos los tiempos, Valentino Rossi, devolver de nuevo a la Desmosedici el título de campeón del Mundo? Lo cierto es que lo tiempos en Sepang no fueron para nada buenos, y el italiano no consiguió en ningún momento meterse entre los diez mejores pilotos. Rossi asegura que su hombro todavía no está en condiciones y que hasta, por lo menos, mayo no estará del todo en forma. Pero por poco que se conozca a Rossi, uno sabe que siempre juega sus cartas, también fuera de los circuitos. Ya lo hizo cuando aterrizó en Yamaha desde Honda en 2004 y el resultado fue la consecución del Campeonato con la M1.

Así, y como en la Fórmula 1, tendremos que esperar al Gran Premio inaugural para conocer el estado de forma de todos y cada uno de los componentes de la parrilla. Seguiremos, de todos modos, de cerca la evolución de los pilotos y las motos en los distintos entrenamientos de pretemporada, pero no puedo despedirme, como apasionada del motor, sin desear lo mejor a Robert Kubica. Si bien se trata de un piloto de Fórmula 1 cualquier amante del motor se habrá sentido sobrecogido por el accidente sufrido por el polaco y las nefastas consecuencias para su carrera deportiva. Esperemos verle cuanto antes dentro de un monoplaza y en el circo de la F1. Mucha suerte Kubica.