Fríos. El final de carrera en Sepang nos ha dejado muy, muy fríos. Hasta en dos ocasiones Fernando Alonso ha rozado el primer podio de la temporada y en las dos Ferrari ha perdido la oportunidad.
La primera en un pit stop lento y un mal rendimiento de su tercer juego de neumáticos que le hacian perder el tercer escalón del cajón. La segunda, un precipitado movimiento del asturiano en el intento de adelantar a Lewis Hamilton en las últimas vueltas, que terminaba con todas sus opciones al romper en el ataque su alerón delantero.
En esta ocasión, y por mucho que Fernando no lo admita, fue un error suyo el que le llevó a tener que parar, cayendo hasta la séptima posición. No creo que los movimientos irregulares, según la FIA, de Hamilton provocaran el choque, y me extraña y me sorprende la sanción de 20 segundos para ambos pilotos impuestos por los comisarios. Ha habido ocasiones en las que el inglés se ha merecido más la sanción que en esta ocasión, en donde, y habrá que mirar con lupa las imágenes, Hamilton sólo se ha defendido de los ataques de Fernando.
A veces las luchas entre pilotos terminan así, forma parte de la normalidad de las carreras, lo hemos visto en muchas ocasiones. Por un lado, estaba claro que si el español quería subir al podio necesitaba aprovechar la frescura de sus neumáticos ante la carencia del alerón trasero móvil, inutilizable desde la mitad del gran premio. Y parecía evidente también que Hamilton no le iba a poner las cosas fáciles al asturiano. Yo lo dejaría en un mero lance de carrera entre los dos mejores pilotos de la parrilla y pediría a los comisarios que fueran igual de pulcros en otras acciones más dudosas, y eso que me considero una alonsista.
Al margen de la polémica está claro que Ferrari debe equilibrar su rendimiento. El F150º se muestra mediocre en clasificación, dependiendo de la pericia del pilotaje de quien lo conduce, mientras que en carrera se convierte en uno de los más rápidos. Las mejoras no llegarán hasta después del gran premio de China y en el garaje de Maranello seguirán sufriendo hasta entonces. Y hasta entonces también, le podíamos pedir a los mecánicos encargados de hacer el cambio de neumáticos que se visionen algunos videos suyos y de Red Bull para no perder tanto y tan valioso tiempo en cada pit.
En definitiva, la sexta posición ha vuelto a saber a poco teniendo el dulce del podio tan cerca. Una carrera, la de Malasia, muy entretenida con apasionantes adelantamientos y, finalmente, sin lluvia. Pero si hay que destacar a un piloto y un equipo en Sepang este debe ser sin lugar a dudas Jenson Button y sus ingenieros de pista. El inglés eligió la estrategia perfecta, gestionó también a la perfección la vida útil de sus gomas, y todo dirigido como en una sinfonía desde el muro de McLaren.
La degradación de los Pirelli ha obligado a los ingenieros a discurrir más durante la carrera y a ser muy rápidos. Ahora son, si cabe, más importantes que antes. El propio Hamilton le hacía llegar el mensaje al equipo al final del Gran Premio, asegurando que su séptima posición se había debido exclusivamente a una mala estrategia.
Chapó para Lotus Renault que ya no son una promesa, sino una realidad. ¿Y qué decir de Red Bull y el ganador en Malasia, Sebastian Vettel? Segunda carrera de la temporada y segunda victoria del vigente campeón. Pero, ¿no son extraños los movimientos en el equipo que dirige Christian Horner? Ahora funciona el Kers, ahora no funciona. Y no sólo eso, hemos visto una diferencia importante de rendimiento del RB7 a lo largo del gran premio, y una diferencia también de rendimiento entre el monoplaza de Vettel y el de Webber. Quizás sólo sean malos pensamientos de quien escribe, pero hay algo que no es del todo diáfano en el interior del equipo austriaco. Está claro que son el equipo más fuerte de la parrilla y que en clasificación son imbatibles, por lo menos Vettel. Esta vez no hubo tanta diferencia con el McLaren de Hamilton pero nadie dudó en que el alemán no consiguiera la pole el sábado.
Seguiremos de cerca cada movimiento de los del toro, de su alerón delantero, de sus cifrados mensajes por radio y del uso aleatorio del Kers. Pero si nada cambia China volverá a ser territorio conquistado por Red Bull. Ferrari y Fernando tendrán una nueva oportunidad y debe ser esta la que culmine con el primer podio si quieren demostrar que ellos también optan al mundial.