En medio de la batalla por el Mundial más apretado de los últimos años, Fernando Alonso ha vuelto al podio de la F1. Siete años después, desde el GP de Hungría en 2014, el piloto español ha vuelto a estar entre los mejores y ha podido formar parte de la ceremonia del podio. Cuántos recuerdos y cuántas oportunidades que se quedaron por el camino, hasta una retirada que nos hizo pensar que nunca volveríamos a ver al asturiano en el cajón.

No han sido pocas las circunstancias que se han tenido que dar para que tal cosa haya sucedido este domingo. La clasificación de Fernando Alonso fue sobresaliente, un quinto puesto que enseguida se convertiría en una tercera posición de salida gracias a las sanciones a Max Verstappen y a Valtteri Bottas.

En la salida Alonso nunca defrauda y no lo hizo, un par de curvas, un exterior a Gasly y segundo. Pero todo era un ilusión, el coche seguía siendo el mismo y la segunda posición con los dos Red Bull remontando y con Bottas haciendo lo propio eran una quimera. Pero estas son las carreras y Fernando se merecía este podio, por todo el trabajo, sufrimiento y la dedicación que ha demostrado este año, muchas veces nombrado piloto del día, pero pocas, ninguna hasta ahora, con premio en forma de trofeo.

Llegó a Losail con pocas expectativas después de las carreras de México y Brasil, pero en cuanto llegó al circuito y se montó en su Alpine se enamoró de un trazado totalmente nuevo en la Fórmula 1. La estrategia a una parada era su única opción de superar a Sergio Pérez, con un coche muy superior, pero la estrategia a una parada era un suicidio y más al ver cómo iban pinchando todos los pilotos que intentaban esta misma opción. Pero las carreras son maravillosas e impredecibles: un safety car virtual a falta de tres vueltas permitieron no sé si el milagro, pero sí el hecho maravilloso de volver a ver a nuestro mejor piloto de la historia de F1 en el podio.

Es cierto que nos gustaría verle de otra manera. Nos gustaría ver a Fernando Alonso luchando por el Mundial que ahora se disputan Hamilton y Verstappen, pero puede ser un comienzo. El próximo año, tal y como él mismo ha reconocido en la rueda de prensa posterior, puede ser el año del "reset", de una nueva oportunidad. Este 2021 era necesario, era necesario sufrir, ponerse en forma y era muy necesario este podio, el número 98 de su carrera deportiva.