Cuando decimos que a la actual F1 necesita cambios y recuperar parte de su esencia nunca nos hubiéramos imaginado que esa demanda podría terminar con la vuelta a la parrilla de uno de los equipos que forman parte de la historia de este deporte.
En la primavera de 1950 empezó todo, un 13 de mayo se disputó en el circuito inglés de Silverstone la primera carrera del Mundial. Aquella tarde el primer coche en cruzar la bandera a cuadros fue un Alfa Romeo Alfetta 158 conducido por Giuseppe Farina que conseguiría ese mismo año ser el primer campeón del mundo junto al coche italiano. Alfa Romeo compartió parrilla junto a los Maserati y los Ferrari que dieron glamour desde el principio a la competición. Pero la marca de la serpiente no dio opción en las dos primeras temporadas al resto de sus competidores y entro en la historia de este deporte ganando los dos primeros mundiales, en 1950 de la mano de Giuseppe Farina y en 1951 con el gran Fangio de piloto.
Pero el éxito resultó excesivo y Alfa Romeo voló de la competición y no volvió a aterrizar en ella hasta comienzos de la década de los años ochenta cuando regresó como motoristas de la mano de McLaren. Nunca nada fue igual y cualquier tiempo pasado fue mejor. Ahora parece que la marca italiana, incluida en el grupo Fiat donde también se encuentra Ferrari, podría volver a la parrilla precisamente con el respaldo y apoyo de su hermana mayor del cavallino rampante.
Una noticia que es más que un rumor ya que su fuente es el propio presidente de Ferrari, Sergio Marchionne quien ha asegurado que Alfa Romeo sería capaz de montar su propio equipo construyendo chasis y motor y todo bajo el paraguas de Ferrari. Un proyecto titánico y costosísimo que tendría un plan B que optimizaría los gastos y los recursos, la conformación de un equipo con el nombre Ferrari- Alfa Romeo,
Un capricho de la nueva dirección de Ferrari que gusta a los aficionados, entre los que me encuentro. Un segundo equipo a imagen y semejanza de los actuales Red Bull y Toro Rosso que añadiría un nuevo aliciente en la parrilla. Aunque la llegada de nuevos equipos aún siendo estos históricos nada o poco hará si las normas y las restricciones, por ejemplo, de hacer pruebas durante la temporada, no cambian y los aires soplan por otra latitud.