El Clase C de Mercedes-Benz es toda una institución en el mundo del automóvil, pues desde que la firma sacó el primero en 1982, han vendido más de 10 millones y medio de unidades. Pero si esto es asombroso, lo es todavía más el hecho de que , de estos 10 millones y medio desde el año 82, dos y medio los ha logrado la generación actual del Clase C; lanzada en 2014. Es por esto que la firma de la estrella ha querido renovar este modelo con sumo cuidado y esmero, para seguir el mismo camino que hasta ahora.
Pues bien, para empezar, el Clase C 2021 llegará con dos carrocerías de inicio: la berlina y el familiar, aunque más adelante aterrizarán el Coupé y el Cabrio.
En materia de diseño, el modelo bebe del que hemos visto en sus hermanos mayores, como el CLA o el Clase S, al que busca imitar como un niño imita a su hermano mayor. De este último coge el diseño de sus faros, por ejemplo, faros que montan de serie la tecnología LED High Performance, pero que como opción podrá apostar por la tecnología Digital Light, que emplea 1,3 millones de cristales individuales en cada faro, que proyectan la luz y que, en un futuro, podrán proyectar imágenes sobre el asfalto a modo de advertencia.
Las dimensiones también varían, ya que el nuevo Clase C crece ligeramente hasta alcanzar los 4,75 metros de largo, además de incorporar como novedad la dirección en el eje posterior. Gracias a esto, el coche mejora su capacidad de maniobra a bajas velocidades y su estabilidad y paso por curva cuando se circula a mayor velocidad.
Pero lo que cambia mucho con respecto a la actual generación es la elección mecánica. Aquí Mercedes solo ofrecerá motores de cuatro cilindros y siempre electrificados con tecnología de hibridación suave; tanto en los gasolina como en los diésel (tres gasolina y dos diésel). Gracias a esto, en España recibirán todos la etiqueta ECO de la DGT.
Pero si queremos ir un paso más allá en la electrificación, la firma alemana también ofrece el Clase C 300e, un híbrido enchufable que nace de un motor de gasolina de 204 CV de potencia (aunque llegará también con motores diésel para seguir ofreciendo los ‘de’) y que se acompaña de otro propulsor eléctrico de 129 CV. A esto se une una batería de 25,4 kWh de capacidad, lo que se traduce en que será capaz de recorrer hasta 100 kilómetros en modo eléctrico.
Eso sí, todo esto tiene sacrificios, como el espacio de sus maleteros, que siempre es el damnificado cuando apostamos por este tipo de tecnología. En el caso de la berlina, nos tendremos que conformar con 360 litros mientras que el Estate tendrá hasta 1.375 si abatimos los asientos. En comparación, el sedán con mecánica tradicional dispone de 455 litros y el Estate 490 (30 litros más el familiar que la versión actual).
Pero donde da un salto de calidad que impresiona es en su interior, un habitáculo que presenta una disposición muy al estilo Clase S y en el que destaca su gran pantalla central en posición vertical. Esta cuenta de serie con 9,5 pulgadas, aunque se puede aumentar hasta las 11,9. Tras el volante, que es el nuevo modelo de Mercedes, encontraremos el cuadro de instrumentos separado de la pantalla central y que dispone de 10,25 pulgadas de serie o 12,3 si la ampliamos.
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