Los primeros puestos de conducción de Audi estaban inundados de pulsadores e indicadores analógicos y desde entonces la firma ha ido desarrollando soluciones para que los sistemas de control de sus coches resulten más intuitivos, sencillos y seguros de manejar al volante.
Y es que los modelos actuales del fabricante alemán siguen utilizando estándares que ya se usaban en el Audi 100 en 1970. Por ejemplo, en aquella época, los controles necesarios para la conducción se organizaban en torno al volante, siendo luces y limpiaparabrisas los que ocupaban el lado izquierdo y calefacción o radio siempre al lado derecho.
En el primer Audi 100 la radio se situaba a la derecha, hasta que en el Audi V8 de 1988 esta pasa a ocupar su lugar en la consola central, por debajo de las salidas de aire del sistema de climatización. Más adelante, en los años 90 aterrizan las primeras pantallas digitales y en el A8 de 1994 se combinó por primera vez las funciones de comunicación, multimedia y GPS en un único dispositvo, naciendo el sistema de infoentretenimiento. Ya en 2002, con la segunda generación del lujoso A8, el concepto MMI se optimizó para que el conductor pudiera controlar el dispositivo sin quitar la vista de la carretera mediante una ruleta de selección giratoria y tras este llego el MMI Touch; el primer panel táctil.
En 2013 Audi fusionó ambos conceptos y creó el Touchwheel, elemento que se estrenó en el A3. Un año después, en 2014, la tercera generación del Audi TT Coupé estrenó el Audi Virtual Cockpit; un display de 12,3 pulgadas en el que el conductor contaba con toda la información necesaria e incluso con el mapa del navegador tras el volante.
Ahora, en 2018, la cuarta generación del A8 estrenó el concepto de puesto de conducción digitalizado. La consola central se sustituye por otra pantalla, contando de esta forma con dos en la parte central táctiles y una tercera tras el volante; el Virtual Cockpit.
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