Seat abrió las puertas de la fábrica de la Zona Franca en 1953 y por aquel entonces era capaz de producir cinco unidades diarias del Seat 1400, el primer modelo que fabricó la compañía. Después de 40 años, en los que desfilaron por aquel lugar modelos tan icónicos como el Seat 600 o el 127, se decidió construir una nueva fábrica más moderna, trasladándose así a partir de 1993 la producción a Martorell. Esta planta se estrenó con el lanzamiento de la segunda generación del Seat Ibiza y con el nuevo Seat Toledo.
La empresa vivió un ascenso tremendo y en la actualidad cuenta con tres centros de producción: Barcelona, El Prat de Llobregat y Martorell. Para hacernos una idea de la evolución a la que ha sido sometida la marca, actualmente se fabrican en tres minutos los mismos coches que se hacían antes en todo un día.
Y es que a lo largo de sus 70 años de existencia, Seat ha marcado la vida de muchos españoles con modelos que han significado mucho más que un simple coche, vehículos que son y serán siempre un recuerdo de algún momento de la infancia o juventud. Y no es para menos, por que la firma española ha lanzado desde 1950, nada menos que 75 modelos. Entre ellos encontramos el primero; el 1400, el Seat 600; que vio la luz en 1957 o la primera generación del Seat Ibiza, que aterrizó en 1984. En 1999 llegaba el Seat León, un superventas de la compañía y en 2016 llegaba la gama SUV; Ateca, Arona y Tarraco.
La evolución ha sido constante y así lo revelan sus cifras, ya que en 1953 contaba en plantilla con 925 trabajadores. Hoy, Seat tiene a más de 15.000 empleados a su servicio y en 2019 facturó 11.157 millones de euros, convirtiéndose así en la principal empresa industrial exportadora de España.
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