Skoda, la marca checa integrada en el Grupo Volkswagen, no había apostado de manera clara, hasta ahora, por luchar con los modelos compactos, uno de los segmentos del mercado más populares en Europa. El Spaceback era su representante para rivalizar con sus primos Seat León o Volkswagen Golf y con los de otras marcas como el Renault Mégane, Opel Astra o Peugeot 308. Pero lo hacía con un producto un poco por debajo en pretensiones, tal vez más centrado en rivales más baratos. Pero ahora, con este Scala que acaba de presentarse en Israel, la cosa cambia. El nuevo modelo quiere ser alternativa por tecnología, diseño y acabados a los modelos más importantes.
Con una longitud de 4,37 metros, el Scala se inspira en el concept Vision RS que se presentó en el pasado Salón de París. Está realizado sobre la plataforma MQB A0, la misma del Seat Ibiza o el Volkswagen Polo, en lugar de la MQB que es la sirve de base al Seat León o Volkswagen Golf. Y solo va a estar disponible como variante de cinco puertas, pese a que el Spaceback al que va a sustituir ofrecía también una versión sedán denominada Rapid. El aprovechamiento del espacio va a ser una de sus señas de identidad y podemos decir que va a contar con uno de los maleteros más sobresalientes de la categoría, pues ofrecerá nada menos que 476 litros de capacidad.
En cuanto a los motores, a la espera de una versión híbrida enchufable, la oferta inicial será un 1.6 TDI en diésel con 115 caballos de potencia y en gasolina el tricilíndrico 1.0 con 95 y 115 caballos como versiones de acceso. Y por encima, un 1.5 de 150 caballos como tope de la gama. Todos los Scala contarán además de serie con lo último en ayudas a la conducción y sistemas de seguridad, como LaneAssist, que reconoce las marcas de carril y ayuda al conductor a mantenerse en el mismo; o el Front Assist, que incluye las funciones de freno de emergencia en ciudad y la protección predictiva de peatones.
Más información del Skoda Scala.