Hace 25 años, Kia lanzó al mercado el primer Sportage, un modelo que se ha convertido en el gran éxito de la marca coreana. En cuatro generaciones, el SUV tiene el honor de ser el coche más vendido de la historia del fabricante; unas cifras que siguen creciendo pues, con cada nueva revisión, el Sportage aumenta su tirón. La nueva generación, lanzada hace dos años, se renueva ahora, precisamente, para rearmarse frente a una competencia cada vez más dura, con rivales como el Nissan Qashqai, Hyundai Tucson o Peugeot 3008.
Y esa renovación es más profunda de lo que parece, porque se centra, sobre todo, en aspectos técnicos y mecánicos. En el apartado estético recibe retoques en la parrilla o los paragolpes así como en la parte baja de la carrocería, rematada en aluminio, que aumenta su aspecto aventurero. Y también dispone de un interior con retoques en el cuadro de instrumentos, el volante o la pantalla táctil, de 8 pulgadas.
Pero en la parte mecánica es donde hay cambios. Sobre todo por la llegada de un nuevo motor diésel, que sustituye al clásico 1.7 CRDI. Disponible con 115 y 136 caballos, mejora el consumo y también la suavidad en su uso. Y por encima, en diésel, el 2.0 con 184 caballos y el sistema de hibridación ligera mild hybrid que, gracias a una batería de 48 voltios, acumula la energía de las frenadas o al circular en retención para rebajar el consumo. Esta hibridación ligera llegará, más adelante, al motor 1.6 diésel. En gasolina se ofrecen variantes de 132 y 177 caballos. El Sportage ya está a la venta con un precio que, con descuento, parte de 18.855 euros.
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