El Kia Sportage es, sin duda, el mayor éxito de la historia de Kia. Un modelo que va por su cuarta generación (lanzada la actual en 2015) y que ahora renueva su imagen para hacer frente a la dura competencia en el segmento de coches de moda. Pero esta actualización no es solo de imagen; sobre todo tiene que ver con la tecnología enfocada a conseguir la máxima eficiencia. Así, la marca coreana –que ya cuenta con una gama ECO, con modelos híbridos como el Niro, híbridos enchufables como el Niro o el Optima PHEV y eléctricos como el Soul– abre ahora una nueva tecnología.
Para esta hibridación ligera, el Sportage añade una batería de 48 voltios, que combina con un motor diésel de cuatro cilindros. Gracias a esa batería, que funcionará sumando la energía almacenada en ella a la potencia del motor de combustión, se conseguirá reducir los consumos y las emisiones hasta un 4%. Esto permitirá un arranque más suave del sistema Start&Stop o circular ‘a vela’ –sin que funcione el motor de combustión- solo con la energía acumulada en esta batería, de forma que el consumo se reduzca.
Pero hay más novedades en los motores, con un nuevo diésel, ya conocido en el Kia Ceed y el Kia Optima, con potencias de 115 y 136 caballos. Un propulsor que sustituye al 1.7 CRDI utilizado en muchos modelos de la marca.
Y en cuanto al diseño, se aprecian retoques en elementos como los paragolpes, la parrilla delantera o los faros, con tecnología LED. También hay novedades en el interior, con un nuevo volante y la posibilidad de que las pantallas puedan ser de 7 u 8 pulgadas. El nuevo Sportage llegará al mercado el tercer trimestre del año.
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