Tras la renovación del SUV X3, la marca alemana BMW actualiza la versión coupé del mismo. El X4 acaba de estrenar su segunda generación, en la que hay importantes cambios en el diseño y en apartados dinámicos, pero también en toda la tecnología que incorpora. Para empezar, el nuevo X4 crece de tamaño, posiblemente para desmarcarse de otro SUV de corte deportivo, el X2, que acaba de lanzar BMW. Así, con los 4,75 metros de longitud del nuevo modelo, se garantiza una mayor capacidad interior, sobre todo en las plazas traseras, y también un maletero mayor, que crece hasta los 525 litros.
Ese mayor tamaño y capacidad no afectan al peso ni al comportamiento dinámico. Porque las mejoras introducidas en el chasis incrementan la agilidad. Y los parámetros de construcción ligera bajo los que se ha diseñado consiguen reducir nada menos que 50 kilos el peso respecto al anterior X4. Además, añade los últimos avances en materia de seguridad y ayudas a la conducción, con dispositivos como un nuevo control de velocidad con función Stop&Go, alerta de cambio de carril con protección lateral activa, asistentes de tráfico cruzado en la zaga o un nuevo sistema de aparcamiento asistido con visión 3D.
Y en el apartado mecánico, la gama del X4 permitirá dar respuesta a todo tipo de necesidades. Contará con tres motores de gasolina y cuatro variantes diésel. En gasolina, las versiones disponibles son el xDrive 20i de 184 caballos, el xDrive 30i de 252 caballos y, como tope de gama, el M40i, un seis cilindros de 360 caballos. Y en diésel, la potencia oscila entre los 190 CV del xDrive 20d y los 326 del M40d. En todos los casos el cambio es la caja Steptronic de 8 velocidades y la tracción es total con el sistema xDrive.