La cuarta generación del Mercedes Clase A, uno de los modelos que impulsa el éxito de la marca, llega el próximo mes de marzo al mercado. El Clase A, que en 2012 pasó de ser un utilitario con aspecto de monovolumen a un compacto que rivaliza con modelos premium, como Audi A3, BMW Serie 1, Lexus CT200h o Infiniti Q30, se renueva ahora adoptando el nuevo lenguaje de diseño de la firma alemana. Estrena un frontal con una parrilla más prominente y unos faros que apuestan por la tecnología LED High Performance.
La nueva generación se estira hasta los 4,41 metros de largo y solo se ofrecerá con carrocería de cinco puertas. Crece tanto su interior como su maletero, con 370 litros de capacidad. También suma mucha tecnología, con sistemas como el MBUX (Mercedes-Benz User Experience), que añade reconocimiento por voz, realidad aumentada para el navegador y adapta las funciones del vehículo a los gustos del conductor. Ofrece hasta tres tipos de tableros de instrumentos diferentes, que combinan pantallas, relojes analógicos, etc. Y estrena un sistema de iluminación ambiental con 64 tonos. También hereda del Mercedes Clase S innovadores asistentes a la conducción, incluyendo el de maniobra evasiva para evitar una colisión o la conducción semiautónoma.
En el apartado de motores, contará inicialmente con tres nuevos propulsores, pero llegarán más mecánicas, incluyendo una eficiente versión híbrida enchufable. La gama comienza con el A200, que estrena un corazón denominado OM282. Se trata de un 1.33 Turbo (en realidad es el 1.3 Tce que acaba de estrenar el Renault Scénic y que se fabrica en Valladolid) con 163 CV. Por encima, están los A250, con un motor OM260 de 224 CV. En diésel ofrece el A180d de 116 CV.