La inexperiencia, la conducción temeraria, los errores de señalización, los defectos en las carreteras... Son muchos los factores que entran en juego a la hora de que nuestra seguridad al volante se ponga en peligro. Los accidentes automovilísticos pueden producirse en cualquier momento y lugar, y es por ello por lo que nunca está de más tener en cuenta algunos consejos prácticos para prevenirlos.
Un estudio realizado por el portal de compra-venta de vehículos compramostucoche.es indica que los principales accidentes son las colisiones, los vuelcos, los atropellos y las salidas de la vía. Buena parte de ellos se deben a factores ambientales o físicos, como la presencia de hielo en la carretera, la escasa visibilidad, la niebla o las lluvias abundantes. Sin embargo, es otro tipo de factor, el humano, el que presenta mayor incidencia sobre los accidentes de tráfico.
Aproximadamente el 40 por ciento de los accidentes ocurridos en nuestro país son debidos a distracciones al volante y cerca del 20 por ciento obedecen al sobrepaso de los límites de velocidad permitidos o aconsejados. También puede ser causa de accidente vial el mal estado del automóvil o la falta de revisiones del mismo.
Ante las elevadas cifras de accidentes de tráfico, toda precaución es poca. Por eso, con el fin de reducir el número de siniestros que tienen lugar año tras año en todo el país, la Dirección General de Tráfico (DGT) ofrece una serie de consejos para no perder ni un ápice de distracción durante la conducción.
En primer lugar, nada de prisas. Según datos de la DGT, el 70 por ciento de los siniestros producidos corresponden a conductores que circulan apurados a sus trabajo. Asimismo, también es recomendable evitar la rutina al volante. Es decir, no debemos confiarnos ante un trayecto que nos resulte monótono, repetitivo, rutinario o familiar. Y es que siempre pueden aparecer factores extraordinarios que alteren o compliquen nuestro viaje.
El uso del manos libres debe reducirse al mínimo, siempre a llamadas cortas o a conversaciones que no requieran un gran nivel de esfuerzo o concentración al conductor. Asimismo, también debe evitarse el consumo de alcohol o la ingesta de comidas copiosas. Mientras el consumo de alcohol merma la capacidad de reacción al volante, las comidas abundantes pueden derivar en incomodidad y somnolencia. Dado que los contratiempos pueden sobrevenir en cualquier lugar o momento, es fundamental extremar precauciones no sólo en viajes largos sino en todos y cada uno de nuestros trayectos.