El prototipo Opel Monza, que se desvelará en el Salón del Automóvil de Francfort, en septiembre, recupera el nombre del coupé presentado en 1977 y adelanta cuál será la dirección que tomarán los futuros modelos de la marca.
Se trata de un coupé deportivo de cuatro plazas que destaca por sus atractivas líneas y también por sus impresionantes puertas de tipo alas de gaviota. En el capó encontramos un distintivo pliegue central y grandes entradas de aire con forma de boomerang.
El Monza mide 4,69 metros de largo y sólo 1,31 metros de alto, una altura que no le hace perder espacio interior y tampoco capacidad de maletero (500 litros), lo que se consigue gracias a que el habitáculo es unos 15 centímetros más bajo que los modelos convencionales.
En el interior, el Monza apuesta claramente por la tecnología, con un salpicadero que va de puerta a puerta y que se utiliza como una única superficie de proyección donde se reflejan todas las funciones importantes del vehículo. También la conectividad es novedosa, con un sistema multimedia con tres modos de funcionamiento.
En cuanto a la propulsión, el modelo esconde bajo el capó un motor eléctrico con un extendedor de autonomía de GNC (Gas Natural Comprimido).
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