La subida al Pikes Peak es una de las pruebas automovilísticas más espectaculares del mundo. Se trata de una ascensión desde 2.865 m de altitud y cuya línea de meta se encuentra a 4.301 metros de altitud. Son menos de 20 kilómetros de ascensión y 156 curvas en lo que es conocida como la "La carrera hacia las nubes".
Cada año esta prueba, que se celebra en el estado norteamericano de Colorado, cuenta con más participantes y cada vez más preparados. Entre ellos, en la próxima edición, que se celebra el 30 de junio, volverá Peugeot a competir en una prueba que ya ganó en 1988 y 1989.
El legendario 405 Turbo16 pilotado por por Ari Vatanen y Robby Usner respectivamente se impuso en estos dos años. Y ese ejemplo es en el que se ha fijado la firma del león para repetir esta hazaña en 2013.
Tomando como base el 208, la marca francesa ha creado un bólido que será pilotado por Sebastian Loeb. El 9 veces campeón del mundo de rallys tendrá en el punto de mira el tiempo de 9 minutos 46 segundos y 164 milésimas, que es la mejor marca de la prueba, conseguida el pasado año por Rhys Millen y su Hyundai Genesis Coupé.
Para lograrlo, Peugeot Sport ha creado un coche que cuenta con un chasis tubular, un imponente propulsor V6 biturbo con 875 CV de potencia montado en posición central y carrocería de fibra de carbono para arrojar un peso final de 875 kilos.
El 208 T16 Pikes Peak será más potente que un Fórmula 1 y tan ligero que es capaz de ofrecer una relación peso-potencia de un kilo por caballo. No menos impresionante es el espectacular alerón, el fondo plano delantero y un aspecto general superagresivo.
Aquí tienes más información sobre el Peugeot 208 T16 Pikes Peak.