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Peugeot 208 1.2 VTi 82 CV 3p Allure: corazón tricilíndrico

Peugeot ha desarrollado nuevos motores de gasolina de 3 cilindros que no pierden comba en términos de consumo y de emisiones de CO2.

Peugeot ha desarrollado nuevos motores de gasolina de 3 cilindros que no pierden comba en términos de consumo y de emisiones de CO2.
Peugeot 208 Allure

Desde el lanzamiento del 208 durante la pasada primavera, nuestro equipo de pruebas ha analizado a fondo las tres motorizaciones diésel que se ofrecen en España de este modelo. En el número 1.486 de Motor16 la versión 1.6 e-HDi de 115 CV era la protagonista, en el 1.490 recogía el testigo el 208 e-HDi 92 CV y ya en el número 1.504 probábamos el 1.4 e-HDi 68 CV. Ahora le llega el turno a las versiones de gasolina, y nada mejor que hincar el diente a una de las variantes del nuevo motor de tres cilindros desarrollado por el grupo PSA y que estrena, precisamente, el 208. 

Desde julio, Peugeot ofrece en este utilitario los 1.0 VTi de 68 CV y 1.2 VTi de 82 CV, que son el resultado de un proyecto puesto en marcha en el año 2008. El objetivo era contar con una nueva familia de motores más eficientes, de tamaño compacto y poco peso, pero garantizando una potencia específica de 50 kW/litro. Por eso, al hablar del 1.2 VTi de tres cilindros, Peugeot afirma que, frente a un motor de cuatro cilindros de potencia equivalente, su peso se ha reducido en 21 kilos, mientras que el consumo y las emisiones de CO2 han disminuido un 25%.

Para lograr estos resultados, los ingenieros han trabajado en varios frentes. Por ejemplo, para reducir las pérdidas por rozamiento se ha utilizado un revestimiento especial en los ejes de los pistones, los segmentos y los empujadores; también se utiliza una correa de distribución húmeda integrada en un cárter, que además mejora el silencio de funcionamiento y cuya vida útil es equivalente a la del propio coche; y, por último, se ha realizado un descentrado de los pistones. 

El motor 1.2 VTi dispone de distribución continua variable tanto en admisión como en escape, y cuenta con otros refinamientos, como una bomba de aceite de caudal variable, controlada electrónicamente para que funcione siempre a una presión óptima y, para que el motor coja temperatura lo antes posible al arrancar, se utiliza un circuito de refrigeración para la culata y otro distinto para el bloque de cilindros.

Un dato lo dice todo: hasta 52 patentes ha registrado el grupo PSA de los VTi de tres cilindros, 23 correspondientes a la arquitectura del motor y sus periféricos, 20 sobre el control del motor y otras nueve sobre las herramientas de fabricación necesarias.

Pensado para la ciudad 

¿Y en el día a día qué dan de sí sus 82 CV y los 12 mkg de par disponibles desde 2.750 rpm? Pues una respuesta idónea para moverse por un entorno urbano y sus alrededores, que es la filosofía a la que responde esta versión del 208. En aceleración se nota una rumorosidad mayor que en un motor de cuatro cilindros, pero Peugeot ha logrado claramente reducir vibraciones frente a otros propulsores de tres cilindros y, en conjunto, es una mecánica satisfactoria.

Evidentemente, al pisar a fondo el pedal derecho no percibimos un empuje enorme, pero sólo tenemos que comparar los datos del correvit para ver que las prestaciones de este 208 de tres cilindros están al mismo nivel de las que ofrecen sus rivales con mecánicas muy parecidas, como el Nissan Micra 1.2 de 80 CV o incluso mejora ligeramente los resultados de los Seat Ibiza, Toyota Yaris o Volkswagen Polo que, con un motor de cilindrada y tecnología similares, se quedan en el entorno de los 70 CV.

En vías rápidas como las que circundan las grandes ciudades es fácil moverse con agilidad con este 208, que exige más paciencia al salir a carretera, ya que al final los largos desarrollos de su cambio manual de cinco marchas también salen a relucir. En los fuertes repechos es inevitable jugar con las marchas y en las vías de doble sentido hay que adaptarse a sus características al abordar los adelantamientos.

Lógicamente, en la misma gama 208 encontramos un buen puñado de versiones más ruteras, pues hay que insistir en que el planteamiento de esta variante con motor de baja cilindrada es potenciar el ahorro de su propietario en el uso diario –trayectos casa/trabajo/casa o desplazamientos de corto recorrido– sin necesidad de gastar ese algo más que requiere un diésel. A pesar de no contar con un sistema Stop&Start –sí lo llevará más adelante, como las actuales versiones e-HDi–, Peugeot ha homologado en el VTi 82 CV un consumo medio de 4,5 litros, que en las condiciones más realistas de nuestro recorrido de pruebas ha subido hasta 5,8 litros, una cifra bastante asumible para un coche de gasolina –con poco rodaje– que se acerca a los cuatro metros de longitud y con el nivel de equipamiento más completo, que siempre implica kilos extra o unos neumáticos más anchos.

Suspensión 'afinada'

En cuanto al comportamiento, en el 208 se percibe enseguida el sello Peugeot, con una suspensión perfectamente afinada que ayuda a disfrutar de la conducción, pues es confortable para los pasajeros y se muestra eficaz cuando abordamos los típicos tramos ratoneros de curvas. Su chasis está preparado para asimilar exigencias muy superiores a las que llegamos con los 82 CV de este VTi, pero es fácil percibir lo agradable que resulta el 208 al volante con un tren trasero que conserva cierto efecto direccional y ayuda a redondear la trayectoria. Además, la dirección es suave, rápida y precisa; y las distancias de frenado son correctas, aun contando con tambores en el eje posterior –sólo las versiones de más de 90 CV llevan cuatro discos–.

En cuanto al puesto de conducción, ya hemos hablado en otras ocasiones del volante talla S del 208 que sigue despertando algún debate que otro entre los integrantes del equipo de pruebas de Motor16, y que agrada a quien firma estas líneas. Otro detalle algo rompedor es la ubicación de la instrumentación, que verán nítidamente por encima del volante quienes gusten de utilizar los reglajes más bajos.

Y, a la hora de pasar por caja, es importante saber que, ahora mismo, acumulando la promoción que ofrece Peugeot junto a las ayudas previstas en el Programa PIVE, es posible contar con un 208 desde 8.900 euros: sería el 1.0 VTi de 68 CV –la otra alternativa de gasolina de tres cilindros– con acabado Access. En el caso del 1.2 VTi de 82 CV sería desde 9.700 euros con la misma terminación Access. Nuestra unidad, ya con el acabado más alto Allure –hay otro intermedio denominado Active– se situaría en torno a los 12.700 euros –el precio que indicamos en la página 18 es sin aplicar el PIVE–. Y la dotación en este caso es muy completa: climatizador bizona, asientos delanteros con mayor sujeción, llantas de aleación de 16", calandra específica, escape cromado, equipo de sonido con pantalla táctil y mandos en el volante, conexión USB, ocho airbag, control de estabilidad ESP o una tapicería específica, entre otros detalles.

Interior más amplio

Y, aunque el 208 ha encogido ligeramente frente a su antecesor, Peugeot ha conseguido mejorar la amplitud interior, especialmente en el hueco para las piernas de los pasajeros traseros. Hay un buen maletero de 285 litros –al abatir los respaldos el suelo no queda completamente plano– y cumple también en el terreno de la funcionalidad: amplia guantera, multitud de huecos para depositar objetos... Desde luego, la presentación interior es atractiva y hay bastantes detalles que transmiten una sensación de coche bueno, aunque la evolución a nivel de acabado o de materiales utilizados no supone un gran salto, pues el 207 ya era un coche muy logrado en este sentido.

En definitiva, un utilitario de gasolina que reúne bastantes cualidades para sacarle partido en el quehacer diario.

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