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Nissan Juke-R: una alteración genética

Si posees todo lo imaginable con cuatro ruedas, este es el siguiente objetivo: una extraña criatura con carrocería SUV y alma de deportivo.

Si posees todo lo imaginable con cuatro ruedas, este es el siguiente objetivo: una extraña criatura con carrocería SUV y alma de deportivo.
Nissan Juke-R

En el Salón de Ginebra de 2010 Nissan presenta su nuevo SUV de pequeñas dimensiones, el Juke. Justo después, el Centro Técnico de Nissan Europa comienza a tramar con el especialista RML –la colaboración Nissan-RML se remonta a 1990– la creación de algo especial.

Tras 22 meses de trabajo salen de las instalaciones de RML dos Juke singulares, pues se habían alterado genéticamente con el ADN del deportivo Nissan GT-R. Una de ellas con el volante a la izquierda y la otra unidad con el volante a la derecha.

Nissan Europa comienza a exhibirlos, pero en la central de Nissan en Japón no sabían de la existencia de este proyecto y proponen que rueden cabezas. Pero es tal la admiración que levantan estos Juke-R que la sangre no llega al río. Y es que sus vídeos en YouTube han recibido más de cinco millones de visitas.

Y no es para menos, tras probar una de estas dos criaturas, –concretamente la que tiene el volante a la izquierda– por carreteras de Madrid. Estéticamente este Juke-R impresiona por su color negro mate, los nuevos apéndices aerodinámicos, las llantas Rays de aluminio forjado y 20 pulgadas. Pero su longitud y altura no varía respecto a un Juke convencional. Eso sí, se ensanchan sus vías y la anchura total pasa de 1,76 a 1,91 metros.

Dentro parece estar a medio hacer, y hereda instrumentación, volante y consola central del GT-R, incluyendo la pantalla de 7 pulgadas que muestra todos los parámetros de funcionamiento. Sólo tiene dos asientos de competición con arneses de cinco puntos y una jaula de seguridad aprobada por la FIA, que aumenta su rigidez.

Ponemos en marcha el propulsor 3.8 V6 Biturbo con 485 CV –es el de los GT-R de 2010– y esto promete. Tiene un rápido cambio de doble embrague y 6 velocidades, tracción a las cuatro ruedas, un potente equipo de frenos Brembo y unas suspensiones puestas a punto en Nürburgring que calcan al milímetro cada imperfección del asfalto.

El empuje es demoledor, ya sea arrancando desde parado o si vamos en marcha y queremos ganar velocidad. Y es que pasa de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanza los 257 km/h de velocidad máxima, a pesar de tener un peso de 1.806 kg –1.425 kg pesa un Juke 1.6 Turbo de 190 CV y 1.815 un GT-R–. Pero nuestro compañero de viaje, un ingeniero británico de MRL, nos pone cara de pocos amigos en cuanto nos propasamos con el gas, pues estos vehículos únicos deben durar todavía mucho tiempo para seguir recabando información –tenía ya 12.000 kilómetros–.

Hasta donde nos permiten llegar, descubrimos que el Juke-R es un deportivo de verdad, con una viveza en sus reacciones mucho más elevada que en el GT-R gracias a una distancia entre ejes más corta –2,53 metros frente a 2,78–. Y es que la plataforma de este Juke-R es la del GT-R, cortada directamente y sobre la que se coloca esta singular carrocería.

Realizar ahora toda esta conversión requiere un tiempo de seis semanas desde que todas las piezas llegan a la sede de RML. Seis semanas son las que tardan en entregarte tu Juke-R una vez has desembolsado los 500.000 euros que piden por él. Y no es ninguna de estas dos unidades, sino las versiones de producción, las que ya cuentan con el chasis y el motor del GT-R de 2012 con 550 CV, por lo que corren aún más. La unidad 001, pintada en blanco, ya se ha entregado a su propietario, mientras que la 002 está en marcha para alegrar en breve a su orgulloso comprador.

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