Ha llegado el día, tras 26 temporadas en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, 431 carreras disputadas, 115 triunfos, 235 podios, 65 ‘pole positions’, 96 vueltas rápidas y 9 campeonatos mundiales ganados, Valentino Rossi se despide de la máxima competición.
El italiano ha significado mucho para el motociclismo y el deporte a nivel mundial. La magnitud de Rossi va mucho más allá de lo que pudo haber logrado en pista. Su palmarés lo posiciona entre los mejores de la historia, a solo 7 triunfos de Giacomo Agostini, el máximo ganador, segundo en cuanto a títulos ganados (frente a los 15 de Agostini).
Sin embargo, Rossi solo habrá uno. Solo él pudo convertirse en una leyenda por todo lo que generó dentro y fuera de la pista. Desde que llegó al campeonato, se mostró como una figura carismática que supo sacarse partido. El número 46 fue su marca registrada y lo transformó en un ícono de motociclismo.
"Acá parece que soy más importante que el papa" dijo un día antes de disputar el GP de San Marino del 2007. El propio Diego Maradona lo visitó en Misano y le besó la mano antes de correr. Ese amor por Diego y por los argentinos siempre estuvo presente y Valentino lo destacó tras ganar en Termas de Río Hondo 2015 donde se lo vio con la camiseta celeste y blanca.
En la pista, Valentino tuvo su período donde fue imbatible. Después de lograr los títulos de 125cc y 250cc, llegó a 500cc y logró su primer título con Honda en su segunda temporada. Repitió con la marca del ala dorada en 2002 y 2003 antes de afrontar uno de sus grandes desafíos, cambiarse de marca para correr con Yamaha. Con la que brilló y continuó con su dominio absoluto. Ganó en su debut en Welkom en una emotiva carrera y logró cuatro títulos más junto a esa estructura.
Arriesgo con el cambio a Ducati y si bien en su segundo año mejoró, nunca pudo ser el mismo Rossi. Había dudas sobre cómo podía continuar su campaña, pero se reinventó. Volvió a Yamaha y lo hizo a un nivel muy competitivo. Desde 2013 peleó otra vez por victorias y en 2015 estuvo muy cerca de alcanzar su décimo título mundial.
Lo admirable de Rossi siempre fue su continuidad. Max Biaggi, Sete Gibernau, Nicky Hayden, Casey Stoner, Jorge Lorenzo, Marc Márquez marcaron épocas. Con todos ellos, Valentino tuvo una rivalidad en pista en diferentes etapas y siempre el italiano tuvo condiciones para pelear de igual a igual con cada uno de ellos.
Habrá miles maniobras de Rossi para recordar como aquella en Montmeló cuando lo superó a Lorenzo en la última curva o los duelos con Stoner y Márquez en Laguna Seca. Pero lo cierto es que más allá de todas las situaciones vividas en pista, los triunfos y campeonatos logrados, Rossi trascendió fronteras y se convirtió en un mito.
Hoy se despide, pero nunca se irá el número 46. Seguirá grabado a fuego en la memoria de todos los fanáticos del motociclismo.
