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Moto GP

Marc Márquez: "La mente me va a un sitio, pero el cuerpo aún no la sigue"

El catalán se sincera en una entrevista concedida a la agencia EFE.

El catalán se sincera en una entrevista concedida a la agencia EFE.
Cordon Press

Marc Márquez (Cervera, 1993) explica que ahora, cuando sube a la moto, la mente le va a un sitio, pero su cuerpo aún no es capaz de seguirla, porque se encuentra en pleno proceso de recuperación de la caída del 19 de julio de 2020 en Jerez, en la que se fracturó el húmero derecho, por la que desde entonces ya ha tenido que pasar tres veces por el quirófano.

En esta entrevista con EFE antes del Gran Premio de Cataluña, el cinco veces campeón del mundo de Moto GP también deja claro que los resultados han pasado a un segundo plano y que su prioridad es ir mejorando las sensaciones encima de la Honda, aunque no descarta un podio o una victoria en la segunda parte de la temporada.

Pregunta: ¿Cuándo ahora se sube a una moto predomina más la sensación de ilusión y valentía que siempre le ha caracterizado o después de la lesión se impone la precaución?

Respuesta: Cuando me subí por primera vez a la moto en Portimao había la ilusión de volver a subirme, de creer que las cosas irían bien. Y también la tuve en Jerez. Pero esa ilusión significaba frustración. La ilusión es una y la realidad es otra. Tú puedes tener ilusiones, pero debes tener claro hasta dónde puedes llegar. Debes afrontar las cosas con optimismo, aunque siendo realista en todo momento.

P: ¿Qué impulsaba esa ilusión?

R: Pensaba que todo sería más fácil en mi regreso, que la evolución del brazo iría mucho más rápida y me está costando bastante. Hay molestias, hay dolores, ahora sale uno, después sale otro. Ahora una inflamación, después otra. Una rehabilitación es una montaña rusa. Eso ha hecho que haya dejado a un lado la ilusión y me haya centrado en aceptar mi momento, en aceptar lo que estoy viviendo y sacar de allí diferentes motivaciones.

P: ¿Cuáles son?

R: Ahora no pienso en motivaciones a nivel de resultados y de tiempos, sino en dar pasitos para encontrarme mejor, en notar mejores sensaciones, en poder hacer nuevas cosas encima de la moto. Pilotando la moto la mente me va a un sitio, pero el cuerpo aún no la sigue.

P: ¿Desde que sufrió la lesión ha tenido que hacer mucho trabajo psicológico para aceptar la nueva situación?

R: El mejor trabajo psicológico ha sido estar rodeado de los míos y tener objetivos claros. Aunque luego la mayoría de los objetivos no los cumplía porque los que me marco siempre son los más optimistas. Pero se van cumpliendo más tarde. De momento lo único que he necesitado es mi entorno, mi equipo y mi familia. Ellos me han ayudado a entender la situación real que estoy viviendo, no la virtual que quiero vivir.

P: ¿Qué le han enseñado?

R: Hay que saber de dónde vienes, porque te olvidas rápido de dónde vienes, y tener claro dónde quieres llegar. Es una transición difícil de aceptar porque te están dando palizas cada fin de semana, casi todos los pilotos van más rápido que yo. Es una cosa que debo aceptar si quiero llegar donde pretendo.

P: ¿Y dónde pretende llegar?

R: Pretendo llegar donde estaba, ni más ni menos. Es ahí donde estamos trabajando. En la vida hay una cosa que es la ley de la gravedad. Subir una cosa cuesta mucho y bajar es muy rápido, bajas de golpe sin esfuerzo. Absorber esa caída y volver a remontar cuesta, pero toca ir subiendo aunque aún estemos en la base.

P: ¿En algún momento temió no poder llegar a ser el que era antes de la lesión?

R: Con una lesión de nueve meses te pasa todo por la cabeza. Queda en un segundo plano la moto, ya temes no volver a tener un brazo normal. Hubo momentos en los que no podía ni comer con la mano derecha, mi mano derecha no existía en movimiento. Lo deportivo pasó a un segundo plano. Después de la tercera operación todo cambió, todo empezó a ser más fluido y el proceso está yendo en la buena dirección.

P: ¿En qué punto exacto se encuentra?

R: A nivel de fuerza no estoy del todo mal en el gimnasio, pero cuando me subo a la moto aparecen molestias que me provocan dolor e inhiben la fuerza. Eso hace que me falte fuerza encima de la moto y de entreno a entreno siempre arrastro molestias en el brazo derecho. Esto mentalmente no te deja centrarte al cien por cien en lo que tienes que estar. Entonces le pido una respuesta al doctor y él es claro: "no te olvides que nosotros te dijimos que la recuperación iría de los seis meses a un año y ahora acabas de cumplir los seis meses. Te has subido a una moto antes de lo previsto porque tu cuerpo ha soldado el hueso y lo hemos visto listo, pero ten claro que tus molestias van a seguir todo el año".

P: Aun así, ¿podríamos verle ganando algún Gran Premio o haciendo podio?

R: Me gustaría. De hecho, en Le Mans no estuve lejos, pero me caí. Aunque si tienes que esperar al agua para hacer un podio es que estás muy mal, que no estás en el nivel. Hacer algún podio es la ilusión de cara a la segunda parte de la temporada y hasta ganar alguna carrera.

P: A pesar de caer en Mugello en el inicio de la carrera dijo que se había sentido con fuerzas para atacar por primera vez después de la lesión.

R: En Mugello el fin de semana fue duro porque es un circuito que físicamente requiere muchísimo, pero me quedé con la conclusión de que el fin de semana fue de menos a más y el domingo la sensación no fue mala. No era una sensación para ganar la carrera ni hacer podio, nada de esto. Pero estuve bien encima de la moto, justo lo que estamos buscando ahora. Primero queremos tener esas sensaciones encima de la moto y luego ya vendrán los resultados.

P: En Mugello se enteraron de la muerte de Jason Dupasquier poco antes de la carrera. ¿Cómo se afronta?

R: Son noticias muy duras. Es un riesgo que corremos todos los pilotos que salimos en pista, pero nunca lo queremos ver. Accidentes como este nos hacen ver la realidad. Saber de la noticia antes de la carrera fue durísimo y en ese momento no quieres ser realista respecto a lo que ha pasado porque si eres realista y lo entiendes no corres. Si realmente te pones a pensar no corres ese domingo. Lo que nos queda es dar todo el apoyo y ánimo a su familia.

P: Maverick Viñales se molestó porque se aprovechó de su rebufo en la clasificación. ¿Habló con él del tema?

R: Sí, lo vi justo después en la zona de entrevistas. Me pregunto por qué y le dije que tenía razón y que entendía su enfado porque yo lo he sentido así muchas veces. "He tenido la suerte de tener la sensación que tú tienes ahora mismo", le dije. El piloto lento buscará el rebufo del piloto rápido. En este caso yo soy un piloto lento en pista que me estoy buscando la vida para mejorar y una de las soluciones es seguir a pilotos. Es una cosa que se ha hecho siempre en el motociclismo, aunque ahora en las redes sociales cree más revuelo.

P: ¿Qué espera del Gran Premio de Cataluña?

R: A ver si podemos seguir con el progreso. El resultado no vendrá de golpe, pero a ver si podemos ir quemando etapas y seguir mejorando, que es nuestro objetivo. Sabemos dónde estamos y no me cambia la vida ser octavo, décimo o duodécimo. Pero hace ilusión correr el Gran Premio de casa, y encima con aficionados en las graderías. Son motivaciones que debo saber aprovechar y que me hacen no estar tan pendiente del brazo.

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