El piloto español, el segundo más laureado de la historia tras Ángel Nieto, tuvo que tirar de genialidad y reflejos, para evitar una caída que le hubiera complicado sobre manera el Mundial.
El piloto español fue séptimo en la calificación de Malasia y salvó el día con una maniobra preciosa que realizó con su rodilla derecha. Puede ser campeón del mundo mañana.