El español Marc Márquez (Repsol onda RC 213 V) logró el mejor tiempo de los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Italia de MotoGP en las peores condiciones posibles para realizarlo sobre el trazado de Mugello.
Márquez sufrió una caída tonta al final de los entrenamientos al entrar demasiado colado en la trayectoria de una curva, lo que le hizo salirse de la pista para evitar el percance y pisar la grava, en donde controló su moto, pero en el último tramo de la misma y ya para salir nuevamente al asfalto, había un pequeño trecho de hierba que, al estar completamente mojada le hizo caer de lado cuando iba prácticamente parado.
Nada más comenzar los entrenamientos, fue el campeón del mundo español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), al final decimocuarto, quien se colocó al frente de la tabla, si bien su situación no duró demasiado y se vio superado por el también español Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V) -octavo final-, si bien ambos se vieron sorprendidos por el rendimiento del colombiano Yonny Hernández (ART).
Hernández aprovechó las difíciles condiciones de la pista para ponerse al frente de la tabla de tiempos con una moto mucho menos potente, aunque más aprovechable, que la de sus rivales.
Esas condiciones fueron las que propiciaron no pocas caídas, más bien "resbalones" de algunos pilotos, con mención especial a la del italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici), uno de los aspirantes a lograr un buen resultado en Mugello por su condición de local, o la del propio Márquez.
Ya en las últimas vueltas se produjo la secuencia entre Márquez, Pirro y nuevamente Márquez, que acabó convirtiéndose en la referencia en el trazado de Mugello, al que casi todos los pilotos consideran muy técnico y más cuando el asfalto está mojado, pero esas circunstancias no parecieron afectar demasiado al rendimiento del mejor debutante en el campeonato del mundo, que volvió a sorprender a todos con su eficacia en estas condiciones, máxime cuando hasta el momento sólo había rodado en agua durante el Gran Premio de Francia que se disputó en Le Mans hace dos semanas.
No estuvo a la altura de lo que de él se esperaba en un circuito que durante años ha sido su "talismán", el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), quien protagonizó una salida de pista sin consecuencias y acabó relegado a una muy retrasada decimonovena posición, sólo por delante del español Héctor Barberá (FTR).