El español Pol Espargaró (Kalex) cumplió, con una victoria magistral en el Gran Premio de Australia de Moto2, su objetivo de intentar retardar al máximo el título de Marc Márquez (Suter), quien no asumió prácticamente ningún riesgo y también logró el suyo, proclamarse matemáticamente campeón del mundo.
El piloto de Suter sólo necesitaba dos puntos para lograr su objetivo, pero lo hizo como suelen hacerlo los grandes campeones. Aunque rehuyó la batalla, esperó a que el australiano Anthony West (Speed Up) adelantase al británico Scott Redding (Kalex) para superar a éste y poder celebrar su título de campeón del mundo 2012 de Moto2 desde el podio.
Márquez se puso en la salida al frente del grupo en la apurada de final de recta, en donde sorprendió a Pol Espargaró (Kalex), pero a ambos se le coló por dentro el japonés Takaaki Nakagami (Kalex) y lo intentó, aunque sin éxito, el británico Scot Redding (Kalex). Sólo le duró una vuelta el liderato a Nakagami, pues en la apurada de frenada de final de recta Márquez le superó y se puso líder, con Pol Espargaró cuarto, superado por el suizo Thomas Luthi (Suter).
Todo cambió en cuestión de segundos y, en el mismo punto en que Márquez superó a Nakagami -final de recta-, Espargaró hizo lo propio con Márquez en el tercer giro, mientras su compañero de equipo Esteve Tito Rabat (Kalex) hacía la vuelta rápida. Con Espargaró líder, el ritmo de carrera cambió radicalmente. Su ritmo de carrera resultó espectacular y alcanzó el récord absoluto del circuito australiano con 1:33.729. Su ventaja era ya de más de cuatro segundos y medio, inalcanzable para unos rivales que se esforzaban por no cometer errores por distintos motivos, pero sobre todo porque Márquez tenía al alcance de su mano proclamarse campeón del mundo.
Con el paso de las vueltas la ventaja de Pol Espargaró se hizo inalcanzable hasta la bajada de la bandera de cuadros, mientras que Márquez no le metió ni una sola vez la rueda al británico, dando por buena la tercera posición, aunque por detrás se les iba acercando peligrosamente el australiano Anthony West (Speed Up), quien a siete vueltas del final ya estaba tras el rebufo de la moto del español.
West supo esperar el momento propicio para superar primero a Márquez y después a Redding, pero Márque no quería quedarse sin subir al podio y atacó al británico para superarlo a escasas curvas de la entrada en la línea de llegada. Algo más atrás, en la octava plaza se clasificó Rabat, con Jordi Torres (Suter), undécimo, y tras una bonita remontada del piloto de la escudería Mapfre Aspar, que vio como Nicolás Terol (Suter), que había mejorado en más de un segundo su tiempo de entrenamientos durante los libres de esta mañana, acabó decimoctavo después de salir de los últimos.
Como Rabat y Torres, también acabó en los puntos Toni Elías (Kalex), decimotercero, con Ricky Cardús (AJR) decimoséptimo, mientras que Julián Simón (Suter) sufrió una caída que le impidió acabar la carrera, como a Axel Pons (Kalex).
Cortese también gana
El alemán Sandro Cortese (KTM) ha sumado en el Gran Premio de Australia de Moto3 su quinta victoria de la temporada, y la segunda consecutiva, tras imponerse en el circuito de Phillip Island de manera clara.
Una vez más, el malayo Zulfahmi Khairuddin (KTM) sorprendió a todos sus rivales en el momento de la salida y en la curva a derechas de final de recta fue el primero en apurar la frenada, seguido por el español Luis Salom (Kalex KTM). Viñales también atacó, pues debía finalizar por delante del mallorquín si quería recuperar la segunda plaza del mundial. Sin duda, le vino muy bien la sanción a Salom por haberse adelantado en el momento de la salida, antes de que se apagara el semáforo, junto a otros cuatro pilotos.
Khairuddin fue perdiendo fuelle, y Sandro Cortese no tardó en recuperar la iniciativa, seguido por el portugués Miguel Oliveira (Suter Honda), con el que logró unos metros de ventaja respecto a un grupo de ocho pilotos. En este grupo había tres españoles, además de Maverick Viñales, estaban Alex Rins (Suter Honda) y Efrén Vázquez (FTR Honda).
Cortese y Oliveira lograron una ventaja más que suficiente como para resolver entre ellos al vencedor en Australia, en tanto que,por detrás Maverick Viñales se puso al frente del grupo perseguidor e intentó recortar, infructuosamente, las diferencias, a un ritmo que al final le hizo cometer un error y caer en el decimoquinto giro, sin posibilidad de continuar al quedar su moto muy dañada.
Viñales dejó así el camino expedito a Salom hacia el subcampeonato, aunque la penalización por saltarse el semáforo de salida obligó al balear a esforzarse al máximo para intentar coger algún punto.