L D (EFE) Así describe el bogotano el fin de su contrato con el equipo de Frank Williams y las expectativas que tiene, tras el fin de la temporada 2004, con la organización que encabeza Ron Dennis. "Es como tener una novia. El día que no hay más amor con ella, pues se busca a otra", ha dicho entre risas Montoya.
El colombiano señala que con Williams vivió "cuatro años muy buenos, en los que hubo armonía y muchos problemas, como en toda relación, pero que dejaron mucha alegría". Añade que sólo tiene palabras de agradecimiento por el apoyo brindado por la escudería británica y las empresas asociadas y, de nuevo, apelando al humor, sentenciaba: "ojalá el próximo año pueda ganarles".
La despedida simbólica de Montoya se dará el próximo domingo, en el última prueba puntuable de la temporada, que se disputará en el autódromo de Interlagos, en Sao Paulo. El colombiano, que reitera su gusto por el trazado irregular de 4,309 kilómetros, dice tener una gran motivación para terminar con un puesto destacado. "Y si llueve será mucho mejor, porque la exigencia será mayor, lo mismo que la emoción", añade.
El 2004 fue un año "muy duro" en Williams, debido a que el monoplaza que comenzó la temporada se mostró veloz en las dos primeras pruebas, "pero después no evolucionó, y todos los demás equipos comenzaron a mejorar, a ir hacia adelante, y nosotros hacia atrás". A su juicio, el campeonato de 2004, dominado nuevamente por el alemán Michael Schumacher y la escudería italiana Ferrari, "fue muy monótono". Como consuelo destaca que el público que siguió las carreras en los autódromos descubrió emociones interesantes entre las escuderías que peleaban por el segundo y el tercer puesto. "Por la televisión es difícil percibir esa pelea, porque siempre muestra al Ferrrari que va en la punta", expresa.
Sobre su futuro en McLaren, Montoya dice que las expectativas no difieren en nada con el objetivo que trató de alcanzar en Williams: "Ser el más veloz de todos y ganar carreras". Acepta con ironía el calificativo de piloto "agresivo" que le achaca reiteradamente la prensa. "Dicen que soy agresivo porque paso gente. Si a muchos eso les irrita, problema de ellos. A mí no me importa. Quiero hacer lo mejor que pueda, así no me apoyen. En McLaren seguiré haciendo lo mismo, y creo que para eso me contrataron", ha dicho durante una visita en Río de Janeiro a la sede de la empresa estatal petrolera Petrobras, que suministra el combustible a Williams.
El colombiano asegura que no tiene informaciones sobre los planes de McLaren para el próximo año, ni está atento a los detalles del comportamiento del monoplaza en las últimas pruebas. "Hasta el próximo domingo mi compromiso es con Williams y mi interés es ser más veloz que McLaren y los otros equipos", puntualiza. Niega que su pase a McLaren, concretado en el transcurso de este año, haya tenido motivaciones diferentes de "buscar algo mejor". "En la actualidad, ellos (McLaren) están peor que nosotros en la clasificación, pero confío en que el próximo año podremos mejorar las cosas y ser más competitivos", puntualizaba.
El colombiano señala que con Williams vivió "cuatro años muy buenos, en los que hubo armonía y muchos problemas, como en toda relación, pero que dejaron mucha alegría". Añade que sólo tiene palabras de agradecimiento por el apoyo brindado por la escudería británica y las empresas asociadas y, de nuevo, apelando al humor, sentenciaba: "ojalá el próximo año pueda ganarles".
La despedida simbólica de Montoya se dará el próximo domingo, en el última prueba puntuable de la temporada, que se disputará en el autódromo de Interlagos, en Sao Paulo. El colombiano, que reitera su gusto por el trazado irregular de 4,309 kilómetros, dice tener una gran motivación para terminar con un puesto destacado. "Y si llueve será mucho mejor, porque la exigencia será mayor, lo mismo que la emoción", añade.
El 2004 fue un año "muy duro" en Williams, debido a que el monoplaza que comenzó la temporada se mostró veloz en las dos primeras pruebas, "pero después no evolucionó, y todos los demás equipos comenzaron a mejorar, a ir hacia adelante, y nosotros hacia atrás". A su juicio, el campeonato de 2004, dominado nuevamente por el alemán Michael Schumacher y la escudería italiana Ferrari, "fue muy monótono". Como consuelo destaca que el público que siguió las carreras en los autódromos descubrió emociones interesantes entre las escuderías que peleaban por el segundo y el tercer puesto. "Por la televisión es difícil percibir esa pelea, porque siempre muestra al Ferrrari que va en la punta", expresa.
Sobre su futuro en McLaren, Montoya dice que las expectativas no difieren en nada con el objetivo que trató de alcanzar en Williams: "Ser el más veloz de todos y ganar carreras". Acepta con ironía el calificativo de piloto "agresivo" que le achaca reiteradamente la prensa. "Dicen que soy agresivo porque paso gente. Si a muchos eso les irrita, problema de ellos. A mí no me importa. Quiero hacer lo mejor que pueda, así no me apoyen. En McLaren seguiré haciendo lo mismo, y creo que para eso me contrataron", ha dicho durante una visita en Río de Janeiro a la sede de la empresa estatal petrolera Petrobras, que suministra el combustible a Williams.
El colombiano asegura que no tiene informaciones sobre los planes de McLaren para el próximo año, ni está atento a los detalles del comportamiento del monoplaza en las últimas pruebas. "Hasta el próximo domingo mi compromiso es con Williams y mi interés es ser más veloz que McLaren y los otros equipos", puntualiza. Niega que su pase a McLaren, concretado en el transcurso de este año, haya tenido motivaciones diferentes de "buscar algo mejor". "En la actualidad, ellos (McLaren) están peor que nosotros en la clasificación, pero confío en que el próximo año podremos mejorar las cosas y ser más competitivos", puntualizaba.