L D (EFE) Schumi, con cuatro últimos títulos conseguidos de forma consecutiva, sigue siendo el principal favorito al volante de su nuevo Ferrari F2004 que ha impresionado por su velocidad y fiabilidad en las pruebas invernales, pero este año la oposición se muestra más fuerte que nunca.
Si el pasado año el Mundial fue el más competido de las últimas temporada, con ocho vencedores en las 17 carreras, en este se espera que sea aún mas competido, porque Montoya dispondrá ya desde Melbourne de un coche más competitivo que en los últimos años y Alonso y Raikkonen deberán explotar ya todo su potencial que dejaron ver en el último campeonato.
Montoya afronta este campeonato con la tranquilidad de contar con un coche competitivo en su última temporada con Williams y eso puede ser una premonición para conseguir el título mundial, ya que otros pilotos de la escudería británica, el brasileño Nelson Piquet, el finlandés Keke Rosberg y el británico Damon Hill, abandonaron la misma tras lograr el título. Si a esto se suma que su compañero Ralf Schumacher está también prácticamente fuera del equipo, el bogotano no debe temer que se produzcan tratos de favor cuando esté a punto de finalizar el mundial.
El nuevo Renault R24 es quizá el coche que mas ha impresionado en los entrenamientos invernales, por su fiabilidad y rapidez y si se confirman estos puntos, Fernando Alonso podrá luchar de forma asidua por el podio. Tras las pruebas invernales los neumáticos Michelín, que equipa a las escuderías Williams, Mclaren, Renault, BAR, Jaguar y Toyota, parece que mantienen su ventaja cuando está la pista seca y sobre todo cuando la temperatura de la misma es alta, mientras que los Bridgestone (Ferrari, Sauber, Jordan y Minardi), continúan siendo superiores bajo la lluvia.
Este año las escuderías clasificadas del quinto al décimo puesto en el Mundial anterior (BAR-Honda, Sauber, Jaguar, Toyota, Jordan y Minardi) podrán utilizar un tercer coche en los entrenamientos libres del viernes, pero el piloto elegido no podrá haber disputado seis Gran Premios en los últimos dos años. Los horarios de las pruebas también cambian este año y la jornada del viernes se dedicará solamente a entrenamientos libres, con dos serie de una hora cada una, de 11 a 12 locales y de 14 a 15 horas.
El sábado las pruebas libres mantienen su tradicional formato de dos mangas de 45 minutos, pero empezarán una hora más tarde, a las diez y a partir de las dos tarde se realizará la primera sesión de clasificación, en la que los pilotos saldrán en el orden de la última carrera del mundial. Al finalizar esta primera clasificación, se iniciará la segunda para establecer la formación de salida, en la que los coches saldrán en orden inverso a los tiempos conseguidos en la primera, siendo los más rápidos los últimos en salir, manteniéndose al final de la misma el régimen de parque cerrado para los coches.
Pilotos y escuderías deberán afrontar este año el mundial más largo desde la creación del mismo en 1950 ya que deberán competir en dieciocho Grandes Premios, dos más que en la última edición, con la inclusión de Bahrein y China y el regreso de Bélgica y la salida de Austria. La principal incógnita, sobre todo para las primeras pruebas, vendrá por parte de la nueva reglamentación, que impone un solo motor para los tres días de Gran Premio y deberá aguantar unos 800 kilómetros. El compromiso entre la potencia y la fiabilidad será fundamental en la primera parte del campeonato y en la sesión de entrenamientos libres del viernes, rodarán muy poco. Los otros cambios introducidos por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que conciernen sobre todo a la supresión de la salida automática, no tendrán ninguna influencia en el resultado final.
Si el pasado año el Mundial fue el más competido de las últimas temporada, con ocho vencedores en las 17 carreras, en este se espera que sea aún mas competido, porque Montoya dispondrá ya desde Melbourne de un coche más competitivo que en los últimos años y Alonso y Raikkonen deberán explotar ya todo su potencial que dejaron ver en el último campeonato.
Montoya afronta este campeonato con la tranquilidad de contar con un coche competitivo en su última temporada con Williams y eso puede ser una premonición para conseguir el título mundial, ya que otros pilotos de la escudería británica, el brasileño Nelson Piquet, el finlandés Keke Rosberg y el británico Damon Hill, abandonaron la misma tras lograr el título. Si a esto se suma que su compañero Ralf Schumacher está también prácticamente fuera del equipo, el bogotano no debe temer que se produzcan tratos de favor cuando esté a punto de finalizar el mundial.
El nuevo Renault R24 es quizá el coche que mas ha impresionado en los entrenamientos invernales, por su fiabilidad y rapidez y si se confirman estos puntos, Fernando Alonso podrá luchar de forma asidua por el podio. Tras las pruebas invernales los neumáticos Michelín, que equipa a las escuderías Williams, Mclaren, Renault, BAR, Jaguar y Toyota, parece que mantienen su ventaja cuando está la pista seca y sobre todo cuando la temperatura de la misma es alta, mientras que los Bridgestone (Ferrari, Sauber, Jordan y Minardi), continúan siendo superiores bajo la lluvia.
Este año las escuderías clasificadas del quinto al décimo puesto en el Mundial anterior (BAR-Honda, Sauber, Jaguar, Toyota, Jordan y Minardi) podrán utilizar un tercer coche en los entrenamientos libres del viernes, pero el piloto elegido no podrá haber disputado seis Gran Premios en los últimos dos años. Los horarios de las pruebas también cambian este año y la jornada del viernes se dedicará solamente a entrenamientos libres, con dos serie de una hora cada una, de 11 a 12 locales y de 14 a 15 horas.
El sábado las pruebas libres mantienen su tradicional formato de dos mangas de 45 minutos, pero empezarán una hora más tarde, a las diez y a partir de las dos tarde se realizará la primera sesión de clasificación, en la que los pilotos saldrán en el orden de la última carrera del mundial. Al finalizar esta primera clasificación, se iniciará la segunda para establecer la formación de salida, en la que los coches saldrán en orden inverso a los tiempos conseguidos en la primera, siendo los más rápidos los últimos en salir, manteniéndose al final de la misma el régimen de parque cerrado para los coches.
Pilotos y escuderías deberán afrontar este año el mundial más largo desde la creación del mismo en 1950 ya que deberán competir en dieciocho Grandes Premios, dos más que en la última edición, con la inclusión de Bahrein y China y el regreso de Bélgica y la salida de Austria. La principal incógnita, sobre todo para las primeras pruebas, vendrá por parte de la nueva reglamentación, que impone un solo motor para los tres días de Gran Premio y deberá aguantar unos 800 kilómetros. El compromiso entre la potencia y la fiabilidad será fundamental en la primera parte del campeonato y en la sesión de entrenamientos libres del viernes, rodarán muy poco. Los otros cambios introducidos por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que conciernen sobre todo a la supresión de la salida automática, no tendrán ninguna influencia en el resultado final.