Miguel Brito, defensa portugués del Valencia que ha sido acusado por la Fiscalía lusa de violencia y posesión ilegal de armas, ha dedicado una 'peineta' a los periodistas que se acercaron a su coche para intentar obtener alguna declaración.
Tras acabar la sesión de entrenamiento y la comida conjunta que realizó la plantilla en la ciudad deportiva, Miguel abandonó en su coche y con una amplia sonrisa las instalaciones y no quiso detenerse ante los periodistas, aunque sí que lo hizo un centenar de metros más adelante a requerimiento de un par de aficionados.
Cuando el nutrido grupo de periodistas echó a correr en dirección al automóvil del jugador luso, éste aceleró su coche poco antes de que le alcanzaran y en un gesto despectivo sacó la mano por la ventanilla y alzó el dedo corazón.
Aunque el ministerio Fiscal no ha divulgado los nombres de las siete personas implicadas en los hechos -en los que la Policía sí identificó a Miguel- un portavoz de la institución confirmó el miércoles a EFE que han sido acusados formalmente de diferentes delitos, entre ellos secuestro, robo y tenencia de armas.
Los hechos ocurrieron en el mes de diciembre de 2009 en las inmediaciones de una discoteca de Seixal, al sur de Lisboa.