L D (EFE) Es la tercera vez que México obtiene la medalla de bronce. El equipo ha sido invitado ininterrumpidamente en el torneo continental desde Ecuador'93, pero siempre se ha quedado a un paso del éxito completo. Acumula dos subcampeonatos: en la mencionada edición de 1993 al perder ante Argentina por 2-1 y en 2001 al caer ante la anfitriona Colombia por 1-0. En otras tres ocasiones ha sido tercera: Bolivia'97, Paraguay'99 y hoy en Venezuela'07. Sólo en dos ediciones México quedó fuera de semifinales: en Uruguay'95 y Perú'04.
Este partido, disputado en Caracas, que acogió su único encuentro en la Copa América, fue bastante más intenso y vistoso que la mayoría de los duelos por el tercer puesto, el encuentro que nadie quiere jugar. Uruguay llevó el peso del partido hasta casi el descanso. Incluso se puso por delante con un gran cabezazo de Sebastián Abreu al recibir en el segundo palo de Maxi Pereira.
La clave del partido estuvo en el minuto 37, cuando el capitán charrúa Diego Lugano fue expulsado por derribar dentro del área a Gerardo Torrado. El capitán Cuauhtémoc Blanco no falló y convirtió de un fuerte disparo la pena máxima. A partir de ahí, el partido fue de México que lo cerró con dos excelentes goles desde el borde del área de Omar Bravo y de Andrés Guardado, el flamante fichaje del Deportivo que ha completado una excelente Copa América.
Los fuegos artificiales premiaron el esfuerzo de ambos equipos, que recibieron sus medallas de manos del vicepresidente de la Conmebol, el uruguayo Eugenio Figueredo. Las sonrientes caras de los mexicanos contrastaban con la tristeza del cuadro charrúa, que fiel a su estilo peleó hasta el final.
Brasil y Argentina velan armas en Maracaibo para la gran final
Este partido, disputado en Caracas, que acogió su único encuentro en la Copa América, fue bastante más intenso y vistoso que la mayoría de los duelos por el tercer puesto, el encuentro que nadie quiere jugar. Uruguay llevó el peso del partido hasta casi el descanso. Incluso se puso por delante con un gran cabezazo de Sebastián Abreu al recibir en el segundo palo de Maxi Pereira.
La clave del partido estuvo en el minuto 37, cuando el capitán charrúa Diego Lugano fue expulsado por derribar dentro del área a Gerardo Torrado. El capitán Cuauhtémoc Blanco no falló y convirtió de un fuerte disparo la pena máxima. A partir de ahí, el partido fue de México que lo cerró con dos excelentes goles desde el borde del área de Omar Bravo y de Andrés Guardado, el flamante fichaje del Deportivo que ha completado una excelente Copa América.
Los fuegos artificiales premiaron el esfuerzo de ambos equipos, que recibieron sus medallas de manos del vicepresidente de la Conmebol, el uruguayo Eugenio Figueredo. Las sonrientes caras de los mexicanos contrastaban con la tristeza del cuadro charrúa, que fiel a su estilo peleó hasta el final.
Brasil y Argentina velan armas en Maracaibo para la gran final
El respeto por el rival prevalece. Brasil insiste una y otra vez en que Argentina es el favorito, algo muy cierto a tenor de lo visto hasta ahora en el torneo, aunque se antoja una táctica estudiada por Dunga para añadir un poco de presión a los albicelestes.
Alfio Basile confirmó que Hernán Crespo está recuperado de su lesión y quizás juegue unos minutos, pero de inicio estará en el banquillo porque la punta la ocuparán Lionel Messi y Carlos Tevez. El clásico de los clásicos del fútbol sudamericano tiene el aliciente para Argentina de situarse, si gana, como único monarca del continente con 15 títulos, algo que ahora comparte con Uruguay.
Alfio Basile confirmó que Hernán Crespo está recuperado de su lesión y quizás juegue unos minutos, pero de inicio estará en el banquillo porque la punta la ocuparán Lionel Messi y Carlos Tevez. El clásico de los clásicos del fútbol sudamericano tiene el aliciente para Argentina de situarse, si gana, como único monarca del continente con 15 títulos, algo que ahora comparte con Uruguay.