L D (EFE) La selección sub-23 de Brasil con Diego, Robinho, Kaká y compañía n o pudo hacerse con un torneo al que acudía como invitado. Enfrente tenía a la eminencia del torneo, México. Los pupilos de Lavolpe consiguieron hacer honor al nombre del torneo y se alzaron con él a merced de un gol de oro en la prórroga.
El decisivo gol tuvo como protagonista al delantero azteca Daniel Osorno, quien entró de recambio en el partido, tuvo una pelota en el área Brasil, corrió de lado para fazarse de la defensa y cuando vio un hueco, lanzó un disparo que cruzó toda el área para meterse a la red al lado derecho de Gómes. El gol de Osorno, al minuto siete de la prórroga, 97 de tiempo corrido, fue aclamado por los 85.000 aficionados que acudieron al estadio Azteca de la capital mexicana, entre ellos Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
México ganó la Copa Oro, su cuarta en la historia de este torneo, sin encajar un sólo gol en los cinco partidos disputados, por lo que su portero Oswaldo Sánchez, del Chivas del Guadalajara, fue reconocido como el mejor jugador del torneo. Es la primera competición oficial que México tiene al mando del técnico argentino Ricardo Lavolpe, nombrado seleccionador en octubre del 2002, y la primera copa que se gana en esta nueva etapa que ha estado sometida a críticas al no tener los resultados esperados antes de este torneo.
México fue esta vez mejor que Brasil y además de dominar todo el encuentro siempre estuvo por encima de los brasileños, que se atrincheraron en la defensa que formaron Alex y Adriano, porque su mediocentro no pudo aguantar a los mexicanos. Octavio Valdés, Jesús Arellano y Pavel Pardo tuvieron el control del centro del campo y Diego tuvo pocos espacios por donde conectarse con Kaká, lo que redujo las oportunidades de Brasil.
Los mexicanos hicieron gala de más experiencia en el partido para dominar a los jóvenes brasileños, que parecieron sentir el cansancio y que pese a la derrota siguen pensando en el torneo preolímpico de Suramérica. El primer tiempo fue un claro ejemplo de la mejoría que estas selecciones tuvieron desde su primer enfrentamiento en la Copa Oro, el 15 de julio, con sus jugadores mejor acoplados, más espacios, mejor marca y más emociones.
Brasil tuvo en Alex un muro defensivo y el jugador del Santos evitó al menos dos goles, en el minuto 28 y en el 34, ambas en disparos, y estuvo muy cerca del goleador mexicano Jared Borgetti todo el tiempo Los brasileños crearon buenas opciones al contraataque, con Diego en el centro del campo y con Kaká con libertad para transitar en el campo para llegar por la banda. Un centro suyo pasó de largo por el área mexicana sin que Diego y Robinho pudieran rematarlo.
Los mexicanos presionaron al rival y sus volantes Jesús Arellano y Octavio Valdez condujeron la ofensiva, aunque en este partido, a diferencia de otros, la falta de definición fue más por la sólida defensa de Brasil.
El decisivo gol tuvo como protagonista al delantero azteca Daniel Osorno, quien entró de recambio en el partido, tuvo una pelota en el área Brasil, corrió de lado para fazarse de la defensa y cuando vio un hueco, lanzó un disparo que cruzó toda el área para meterse a la red al lado derecho de Gómes. El gol de Osorno, al minuto siete de la prórroga, 97 de tiempo corrido, fue aclamado por los 85.000 aficionados que acudieron al estadio Azteca de la capital mexicana, entre ellos Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
México ganó la Copa Oro, su cuarta en la historia de este torneo, sin encajar un sólo gol en los cinco partidos disputados, por lo que su portero Oswaldo Sánchez, del Chivas del Guadalajara, fue reconocido como el mejor jugador del torneo. Es la primera competición oficial que México tiene al mando del técnico argentino Ricardo Lavolpe, nombrado seleccionador en octubre del 2002, y la primera copa que se gana en esta nueva etapa que ha estado sometida a críticas al no tener los resultados esperados antes de este torneo.
México fue esta vez mejor que Brasil y además de dominar todo el encuentro siempre estuvo por encima de los brasileños, que se atrincheraron en la defensa que formaron Alex y Adriano, porque su mediocentro no pudo aguantar a los mexicanos. Octavio Valdés, Jesús Arellano y Pavel Pardo tuvieron el control del centro del campo y Diego tuvo pocos espacios por donde conectarse con Kaká, lo que redujo las oportunidades de Brasil.
Los mexicanos hicieron gala de más experiencia en el partido para dominar a los jóvenes brasileños, que parecieron sentir el cansancio y que pese a la derrota siguen pensando en el torneo preolímpico de Suramérica. El primer tiempo fue un claro ejemplo de la mejoría que estas selecciones tuvieron desde su primer enfrentamiento en la Copa Oro, el 15 de julio, con sus jugadores mejor acoplados, más espacios, mejor marca y más emociones.
Brasil tuvo en Alex un muro defensivo y el jugador del Santos evitó al menos dos goles, en el minuto 28 y en el 34, ambas en disparos, y estuvo muy cerca del goleador mexicano Jared Borgetti todo el tiempo Los brasileños crearon buenas opciones al contraataque, con Diego en el centro del campo y con Kaká con libertad para transitar en el campo para llegar por la banda. Un centro suyo pasó de largo por el área mexicana sin que Diego y Robinho pudieran rematarlo.
Los mexicanos presionaron al rival y sus volantes Jesús Arellano y Octavio Valdez condujeron la ofensiva, aunque en este partido, a diferencia de otros, la falta de definición fue más por la sólida defensa de Brasil.