L D (EFE) Elevado a la categoría de estrella gracias a su asombrosa actuación durante el Mundial juvenil, Messi ha realizado un ejercicio de humildad en su vuelta al trabajo con el Barcelona. Para el argentino, "siempre es bueno jugar", por lo que no pondría problemas en un hipotético regreso al Barça B, aun de manera esporádica. "No es bueno perder el ritmo, y si tengo que ir con el filial, lo haré", promete.
Entre otras razones, porque el próximo verano tendrá lugar el Mundial de Alemania, y Messi confía en hacerse un hueco en la albiceleste, pese a que todavía no ha debutado a las órdenes de José Pékerman, entrenador del combinado argentino. "Sería lindo, pero aún falta mucho tiempo. De momento hay que estar tranquilos y trabajar poco a poco", dice Messi.
El argentino reconoce que la victoria en el Mundial fue "una inyección de moral" y una "experiencia muy bonita" en la que disfrutó mucho. Messi, además, reconoce que en la próxima temporada espera tener más oportunidades a las órdenes del técnico del primer equipo, Frank Rijkaard. "Ojalá que me pueda sentir importante", deseó. No ha querido Messi, sin embargo, pronunciarse sobre la situación de su compatriota Saviola, a punto de dejar por segundo año consecutivo el equipo. "Es raro, pero no sabría decir muy bien cómo está esa cuestión", señala.
Por su parte, su compañero Rafael Márquez admite que el caso de Saviola "puede ser difícil de entender", pero no ha querido entrar a juzgar la decisión del cuerpo técnico. El mexicano asume con ánimo de competición la lucha por un puesto en el centro del campo, tras la llegada de Mark van Bommel. "La competencia es buena para mantener el nivel y además este año habrá muchos partidos", dice. Aunque las necesidades de la plantilla podrían hacerle jugar de central, Márquez se muestra dispuesto a actuar "donde diga el entrenador".
Entre otras razones, porque el próximo verano tendrá lugar el Mundial de Alemania, y Messi confía en hacerse un hueco en la albiceleste, pese a que todavía no ha debutado a las órdenes de José Pékerman, entrenador del combinado argentino. "Sería lindo, pero aún falta mucho tiempo. De momento hay que estar tranquilos y trabajar poco a poco", dice Messi.
El argentino reconoce que la victoria en el Mundial fue "una inyección de moral" y una "experiencia muy bonita" en la que disfrutó mucho. Messi, además, reconoce que en la próxima temporada espera tener más oportunidades a las órdenes del técnico del primer equipo, Frank Rijkaard. "Ojalá que me pueda sentir importante", deseó. No ha querido Messi, sin embargo, pronunciarse sobre la situación de su compatriota Saviola, a punto de dejar por segundo año consecutivo el equipo. "Es raro, pero no sabría decir muy bien cómo está esa cuestión", señala.
Por su parte, su compañero Rafael Márquez admite que el caso de Saviola "puede ser difícil de entender", pero no ha querido entrar a juzgar la decisión del cuerpo técnico. El mexicano asume con ánimo de competición la lucha por un puesto en el centro del campo, tras la llegada de Mark van Bommel. "La competencia es buena para mantener el nivel y además este año habrá muchos partidos", dice. Aunque las necesidades de la plantilla podrían hacerle jugar de central, Márquez se muestra dispuesto a actuar "donde diga el entrenador".