L D (EFE) Los jugadores, capitanes y resto de la expedición fueron recibidos en el aeropuerto por el cónsul General de España en Melbourne, Federico Palomera, que como un seguidor español más, mostró su gran ilusión con la disputa de esta gran final que tendrá lugar en el Rod Laver Arena, del 28 al 30 de noviembre.
El conjunto español se encontró con un calor sofocante, pues a las 22,00 horas locales, la temperatura era de 30 grados, algo que no ha desanimado a los jugadores españoles, ya acostumbrados a las altas temperaturas en esta ciudad.
Ánimo en los aussies
El australiano Lleyton Hewitt, ex número uno del mundo, confía tanto en sus posibilidades y en su forma actual para la final de Copa Davis contra España que ha señalado que si la eliminatoria se desarrollase en las próximas horas él ya estaría dispuesto, y de sobra, para la batalla.
La confianza de Hewitt, ausente de la circuito masculino desde que perdió contra Juan Carlos Ferrero en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos permanece intacta, aunque su clasificación haya bajado hasta el puesto 18 y no participase en la Copa Masters de Houston, donde defendía el título.
Para ello no ha perdido el tiempo. Es el jugador australiano que más se ha entrenado sobre hierba. El martes mismo, nada más llegar su compañero Mark Philippoussis, le instó a pelotear con él en las pistas del estadio Kooyong, y luego prosiguió con su compañero de prácticas Todd Reid con quien ha compartido horas de pista en los días anteriores. No ha olvidado su preparación física, bien en un gimnasio en Melbourne o en su casa en Adelaida con su entrenador, Roger Rasheed.