L D (EFE) La autoridad de Medina y la sangre fría de Llagostera, que no ha podido debutar con mejor pie en el equipo nacional en esta eliminatoria, han sido clave de la victoria española en el quinto partido de la serie, al que se llegaba después de que Argentina recortase y lograra igualar 2-2 en una formidable remontada, al vencer Gisela Dulko a Marta Marrero por 6-0 y 6-3 en 73 minutos, y después Mariana Díaz Oliva a Nuria Llagostera por 7-6 (8-6) y 6-4 en una hora y 52 minutos.
La predicción del técnico argentino, Ricardo Rivera, de que sus pupilas no se iban a rendir y que todavía disponía de "tres balas" para "matar" a sus rivales, a pesar de perder por 2-0 en la primera jornada, estuvo a punto de cumplirse, sobre todo después de la gran demostración de Dulko ante Marta Marrero, que saltó a la pista en sustitución de Anabel Medina, en una decisión del capitán español Miguel Margets, de reservar a la valenciana en caso de que hiciera falta para el partido de dobles. Dulko sacó a relucir sus grandes dotes individuales para apabullar a Marrero, que fue incapaz de controlar el juego de la argentina, cuya autoridad fue incontestable, permitiendo únicamente que la canaria ganase 14 puntos en el primer parcial.
La superioridad de Dulko fue tan evidente que la de Buenos Aires no cedió ni un solo punto de ruptura en la primera manga y endosó un parcial de 6-0 hasta que Marrero logró su primer juego. La canaria salvó dos puntos de partido en el octavo del segundo set, cuando por fin se entonó algo más, y logró romper el servicio de su adversaria, pero una vez más falló en su intención de conservar su saque y cayó derrotada ante un formidable resto de revés de Dulko en el primer partido entre ambas.
Luego, la veterana Mariana Díaz Oliva, de 29 años y número 83 del mundo, salió a hacer frente a Nuria Llagostera, y aunque la mallorquina derrochó ganas y anuló una ventaja de la argentina de 5-1 para forzar el desempate, no pudo concentrarse al máximo en ese juego corto y después de salvar dos puntos de set lo cedió por 8-6. En el segundo, Díaz Oliva jugó con mayor convicción, sus fallos fueron menores y con un 6-4 dejó abiertas las posibilidades del equipo argentino de luchar por tercera vez en una semifinal (1986 y 1993).
En un ambiente de fiesta, con un gran colorido en las gradas, y con el público jerezano volcado en el doble español, Medina y Llagostera lograron engarzar una victoria vibrante en la que destacó la sangre fría de la mallorquina, que saltó a la pista prácticamente sin descanso después de su partido contra Díaz-Oliva. Con este triunfo, España se asegura una año más la permanencia en el Grupo Mundial I, y alcanza un puesto entre las cuatro mejores potencias. Su próximo rival será Francia, el 9 y 10 de julio, después de Wimbledon y en terreno francés, ya que el equipo galo venció a domicilio a Austria en Portschach por 4-1. Argentina, por su parte, tendrá que disputar la fase por la permanencia en esas mismas fechas.