L D (Agencias) "Si tiene algún problema que venga a mi despacho y lo hablamos", ha apuntado un McMillan indignado. "Mis puertas están abiertas. Yo escucho y si es infeliz, que venga y me lo diga a mi y no a la prensa", ha indicado el técnico que desde 2005 lleva las riendas de la franquicia de Oregon.
Sergio Rodríguez, que, desde su llegada a la NBA hace tres años, nunca ha jugado más de 30 minutos en un partido, se ha mostrado descontento por su situación, ya que teóricamente esta temporada iba a ser el segundo base del equipo e iba a promediar más de los nueve minutos que está jugando.
El canario, cuyas estadísticas en asistencias por 48 minutos son las mejores en la NBA, tiene el apoyo del Manager General, Kevin Pritarch, que en multitud de ocasiones ha hablado de la importancia del internacional en el equipo. "Le queremos en el equipo, y no hay discusiones. Está creciendo como jugador y es importante para nosotros. Es triste hablar de estas cosas tan pronto", comentó el directivo que fue hace un año el gran artífice del fichaje de Rudy Fernández por los Blazers.
"Hay que ganarse el puesto"
McMillan ha expuesto de forma irónica que hay otros jugadores infelices en su equipo. "¿Alguien cree que Jerryd Bayless está contento sentado en el banquillo? ¿O Diogu o Randolph están cómodos en la lista de inactivos? Hay que ganarse el puesto", ha afirmado el técnico, que fue leyenda de los Sonics de Seattle.
"Después de dos años de espera, yo creo que es justo decirle que: estoy aquí", había comentado esta semana Rodríguez al periódico Oregian. "He sido profesional, soy buen compañero y he esperado tres años a la promesa de jugar. Ahora es mi turno. Me siento muy mal por estar en esta situación", expuso el jugador español, que podría entrar en un traspaso eventual entre Dallas Mavericks y Portland Trail Blazers con Jason Kidd como centro de la transacción.