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McEwen logra al esprint su segundo triunfo en el Giro y Schumacher conserva la maglia rosa de líder

El australiano Robbie McEwen (Davitamon Lotto) se ha adjudicado la cuarta etapa del Giro de Italia, la segunda en esta edición, convirtiéndose así en el rey de las llegadas masivas de la carrera al imponerse con mucha facilidad. Los 193 kilómetros entre las ciudades belgas de Wanze y Hotton han sido recorridos por McEwen en un tiempo ganador de cuatro horas, 36 minutos y 51 segundos. La clasificación general no sufre cambios en sus primeros puestos y sigue comandada por el alemán Stefan Schumacher, seguido de los italianos Paolo Salvodelli y Davide Rebellin, así como de los españoles José Iván Gutiérrez y José Luis Rubiera.

L D (EFE) Fue un esprint de mucha fuerza debido a lo ancho de la calzada, por lo que de poco servían las ayudas de los compañeros, de los denominados lanzadores. Tanto el italiano Lorenzetto como el alemán Pollack lo intentaron desde muy lejos, pero McEwen no les dio importancia a esos tirones y seguía vigilando al italiano Bettini. El australiano salió con una fuerza descomunal y volvía a ser el primero tras un Bettini que se volvió a quedar con la miel en los labios.

En los prolegómenos de la salida, el comentario general era la retirada del italiano Alessandro Petacchi, un corredor llamado a ganar alguna que otra etapa al esprint, pero al que una caída en la jornada anterior le dejó la rodilla izquierda maltrecha. Ninguno de sus rivales se alegraba de su marcha y el ganador de la primera llegada masiva, el australiano Robbie McEwen, reconocía que ganar una etapa al considerado mejor esprinters de los últimos años tiene un valor añadido.

El último viaje del Giro por tierras belgas, por la región de la Valonía, volvió a ser un calco de lo sucedido en las anteriores, pues a las primeras de cambio, en el kilómetro 10, se formó la que iba a ser la escapada del día y en esta ocasión los protagonistas fueron el francés Casar, los italianos Calcagni y Bertolini, el belga Van de Walle y el alemán Nierman. Como en anteriores el pelotón les dio el visto bueno y les dejó abrir un hueco de hasta siete minutos a mitad de carrera, momento que el conjunto del líder, el alemán Stefan Schumacher, avivó el ritmo dejando claro que quería llegar vestido de rosa a territorio italiano. La aventura de los cinco valientes del día llegaba a su fin en el kilómetro 176, tras 166 de fuga; punto en el que comenzaba otra carrera. Los conjunto con esprinters pasaban a un primer plano y la novedad con respecto a jornadas anteriores era que la locomotora azul que comandaba Petacchi no se la veía al frente del grupo.

El final quedaba más abierto, aunque era a los belgas del Davitamon Lotto que comanda McCewen a los que más se les veía junto a los alemanes del T.Mobile de Pollack y a los del Gerolsteiner de Schumacher. Los últimos metros fueron espectaculares debido a que no hubo preparación previa debido a la amplitud de la calzada, era cuestión de fuerza y el más fuerte volvió a ser el australiano McEwen que marcó una velocidad media en el último kilómetro de 68,9 kilómetros por hora.

Este miércoles habrá jornada descanso, aunque más que de reposo será un día complicado para la totalidad de la caravana, ya que los corredores se trasladan en avión pero sus bicicletas lo harán en los camiones y coches por carretera y durante 1.200 kilómetros, con lo que tendrán que retrasar los entrenamientos. La carrera se reanudará el jueves día 11, en la ciudad italiana de Piacenza, donde se dará la salida a la contrarreloj por equipos, de 38 kilómetros y que terminará en Cremona.

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